EN MÁS DE UNO

¿Somos adictos al Whatsapp?

En Más de uno, con Begoña Gómez de la Fuente, Javier Ruiz, Arturo Téllez y Paloma Gallego hablamos sobre el whatsapp y la adicción que causa entre la gente que va creciendo cada día. Nuestros colaboradores nos cuentan sus experiencias y nos dan su opinión y también tenemos con nosotros a Roberto Aguado, psicólogo que nos explica el lado más científico de este fenómeno.

ondacero.es

Madrid |

Debatimos sobre cómo nos ha cambiado la vida el Whatsapp tanto para bien como para mal.

Antiguamente si no estabas en casa no podían localizarte, el teléfono fijo era la única forma para ponerte en contacto con alguien y si no lo pillabas en casa pues te quedabas sin que recibieran tu mensaje. Ahora, sin embargo, dejas el mensaje y cuando quieran que lo contesten pero sabes que lo recibirá tarde o temprano.

Todo esto son avances que nos hacen la vida de la comunicación más fácil pero al mismo tiempo, este movimiento tecnológico y la gran popularidad del Whatsapp ha provocado una adicción ya que hay gente que está pendiente del móvil permanentemente.

Esta adicción causa múltiples peleas entre la gente e incluso rupturas de pareja ya que estás pendiente de otra cosa cuando quedas, o no contestas cuando te ven el doble tic azul...todo esto lleva al desastre en las relaciones y a discusiones sin sentido.

Por otro lado están los grupos de Whatsapp que ya son otro nivel, por ejemplo, esos grupos de mamás y papás del colegio que preguntas si han visto la rebeca de tu hija y te contestan los 40 que no, pues que solo conteste quien la tenga.

Por estas cosas, como ley, los grupos siempre silenciados.

¿Y esa gente que para un solo texto te manda 10 Whatsapp en lugar de uno?

Algo fundamental en el universo Whatsapp es la función de los emojis porque las malas interpretaciones son frecuentes y traen grandes consecuencias.

Es un gran invento maravilloso que nos hace avanzar pero en ciertas ocasiones nos estamos pasando, hay gente que incluso tiene el síndrome de las falsas notificaciones, oyes como suena tu teléfono incluso lo notas vibrar pero está todo en tu cabeza, como esa gente que siente el dolor del falso miembro ya que lo tiene amputado.