En las últimas semanas, París está sufriendo una nueva plaga de chinches, y estos insectos ya se están expandiendo por otras muchas ciudades europeas.
En España, las plagas de chinches de cama aumentaron un 71% entre enero y septiembre de 2023 respecto al mismo periodo del año anterior, según afirma la empresa especializada en plagas Anticimex, que precisa que el mayor volumen de avisos recibidos procedió de Madrid, seguida de Cataluña -con especial incidencia en Barcelona- Aragón, Comunidad Valenciana y Baleares.
¿Tienen algo bueno las chinches?
Lo que más preocupa a la población son las picaduras de las chinches de cama, diferentes a las chinches de campo. Óscar Soriano, entomólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC, explica en 'Más de uno' que la plaga que ha habido en el País Vasco es de "una chinche de campo que no pica". Estas chinches concretas tienen una característica, si se tocan, huelen a pies.
Muchas chinches son buenas para la naturaleza y los humanos porque son depredadoras de otros insectos o plagas. Los zapateros, son también otro tipo de chinches, que pican a otros insectos inyectándoles veneno. "Las chinches se nos metieron en la mochila cuando vivíamos en las cavernas", cuenta Soriano sobre cómo las chiches pasaron de picar a los murciélagos a picar a los humanos.
Pican de noche y pueden aguantar un año sin comer
Las chinches de cama, se alimentan de la sangre humana de noche, aprovechando que se duerme. "Pican de noche, notan las variaciones de temperatura y el anhídrido carbónico para guiarse e ir a picar a los humanos", dicen el experto sobre lo sabias que son.
A la hora de eliminarlas, suelen tener mucha resistencia al aplastamiento, similar a una garrapata, pulgas o piojos, pues "están adaptadas a que el hospedador se mueva y no morir ellas". Las chinches pueden aguantar hasta un año sin picar, por lo que se pueden tener en casa sin darnos cuenta.
¿Cómo se acaba con las chinches que tenemos en casa?
Rubén Sánchez, supervisor de servicios en un Centro de Control de Plagas, desaconseja usar vapor u otros insecticidas para eliminar las chinches. Lo importante es llamar a una empresa de control de plagas porque "se están haciendo resistentes a ciertos insecticidas, sobre todo caseros, lo que crea más resistencias y complica su tratamiento", explica.
En su empresa, tienen la posibilidad de colocar fundas antichinches especiales para salvar el colchón. En esos casos es imprescindible no retirar las fundas pues, como pueden estar un año sin picar, se podría reactivar el proceso de colonización de las chinches.
Se combina el tratamiento físico y químico
Para empezar es esencial el diagnóstico inicial: ver dónde están. Para ello se tiene en cuenta el tipo de cama, si hay somier, las mesillas, tarima, rodapiés, etc. Después, se procede a implantar el tratamiento, donde se combina el tratamiento físico y químico.
Primero se aspira bien la superficie donde se pueden esconder. Luego, "aplicamos el famoso vapor dándole tiempo para que la chinche muera por la temperatura", explica Rubén. Además, hay que tener en cuenta dónde se refugian: lamas del somier, telas del colchón o maderas del suelo.
Por último, se finaliza con un tratamiento químico doble, transcurridos quince días para que, si queda algún huevo, "darle tiempo a que eclosione" y eliminarla.
¿Cómo sabemos si nos ha picado una chinche?
José Luis del Pozo, director de los servicios de Enfermedades Infecciosas y de Microbiología de la Clínica Universidad de Navarra, explica que cuando una chinche de cama pica, se nota uno o varios abultamientos en la piel enrojecidos y que generan picor.
"Habitualmente se ven varias picaduras, que corresponden a que el insecto, en su primer intento de llegar a un capilar, no lo ha conseguido, y pica más arriba o abajo", cuenta.
Para rebajar la inflación o calmar el picor, se puede recurrir a algunos remedios caseros como gasas empapadas en agua caliente, lo que evita el picor. Si las lesiones son múltiples o pican mucho, se utilizan cremas con corticoides o antihistamínicos por vía oral.
