La conexión entre los vikingos y la zona norte de España es un tanto desconocida, pero larga. Las primeras oleadas de vikingos comenzaron a mitad del siglo IX, pero duraron hasta entrado el siglo XII, por lo que no fue un paso esporádico. Uno de los problemas de la historia de los vikingos en la Península Ibérica es que se han estado manejando fuentes muy antiguas hasta hace relativamente poco, cuando se está tratando de contextualizar más ese periodo histórico.
En 'Más de uno' hablamos con Laia San José Beltrán, historiadora y divulgadora de historia nórdica, y con Inés García López, doctora en filología alemana y profesora de la Universidad de Barcelona, para conocer más sobre el mundo de los vikingos, su lengua, sus costumbres y sus incursiones en Península Ibérica.
Utilizar la literatura nórdica como fuente historiográfica de los vikingos es "un problema" porque se escribió siglos después del siglo VIII. Sin embargo, gracias a la arqueología, se están descubriendo que los vikingos tenían espadas y muñecos de juguetes, por lo que "existía la infancia", cuenta Laia, a pesar de su poca representación.
Para que los vikingos se pusieran a escribir, tuvieron que descubrir "una tecnología muy importante" como fue el alfabeto latino. Esto sucede después de la cristianización en el año 1000 d.C, por lo que, antes de esto, circularía poesía oral, pero hasta que no conocen la escritura, los manuscritos y la tinta, no adaptaron los sonidos del nórdico antiguo a las grafías latinas.
"Una vez tienen esto, se ponen a escribir mucho, pero esto sucede una vez que llegan eruditos y formados de la Europa continental a Islandia", explica Inés sobre la épica europea que influye en cómo los vikingos van formando a sus héroes. Así, el pueblo vikingo aprendió a escribir a partir de su contacto con el mundo latino.