La mitad de la población mundial pasará casi la mitad de su vida con la menopausia. En España, afecta directamente a unas cinco millones de mujeres, que son las que según el INE están entre los 45 y los 55 años. Es
La menopausia es un proceso en el que se produce la pérdida de los folículos ováricos. La mujer, como síntoma principal, deja de tener menstruaciones, pero esto se une a otros síntomas que "afectan mucho a su calidad de vida", explica en 'Más de uno' Esther de La Viuda, ginecóloga y vocal de la junta directiva de la AEEM (Asociación Española para el Estudio de la Menopausia).
¿Qué es la perimenopausia?
Se considera una menopausia establecida cuando se está un año sin tener la regla, pero antes hay un periodo de transición llamado "perimenopausia" en el que las mujeres pueden tener mucha sintomatología y necesidades.
En el periodo de la perimenopausia hay fluctuaciones hormonales y lo que pasa es al contrario; se dan periodos de sangrados muy abundantes o muy prolongados. Esto se debe estudiar para prevenir la concepción, pues a esta edad las mujeres también son muy fértiles.
Síntomas de la menopausia
No todas las mujeres son sintomáticas, pero dentro de los síntomas, los más frecuentes son los sofocos, el insomnio, sudores nocturnos o sequedad vaginal.
Los síntomas cambian con el tiempo; con los años son más frecuentes los síntomas derivados de la falta de hormonas en la vagina y la vulva. Por ello, son síntomas similares a la sequedad vaginal o molestias urinarias. A largo plazo está el problema de la osteoporosis, algo "muy grave" que sufren muchas mujeres.
Cambios de humor
Los cambios de humor y del estado de ánimo también están presentes durante la menopausia. "Es frecuente que aparezca un sentimiento de cansancio, de agotamiento, de que no se puede con la vida", dice Esther de La Viuda
También, existe el sentimiento de irritabilidad y de agresividad que a veces hace que "en muchas ocasiones se frivolice" con el tema.
Las ventajas de usar terapia hormonal en mujeres con menopausia
La terapia hormonal ha estado muy mal vista durante muchos años tanto por médicos como por pacientes. Ahora, por fortuna, los últimos estudios científicos demuestran que la terapia hormonal es "el tratamiento más efectivo para sofocos, sudores nocturnos, sequedad vaginal o síndrome genitourinario".
Como vocal de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia insiste en que se trabaja mucho para mejorar la vida de las mujeres con menopausia. Actualmente, existe la app de 'Mi Menopausia' donde tienen información científica y la escala Cervantes, que se utiliza para determinar cómo la menopausia afecta a su calidad de vida. Con esto, se puede comprobar si un tratamiento está haciendo efecto o no.
Además, en la app se basan en los Criterios de Legibilidad para el uso de THM (Terapia Hormonal de la Menopausia) para, una vez introducidas las condiciones médicas de cada mujer (peso, altura, enfermedades, hábitos de vida...) conocer si se le puede dar terapia hormonal y cuál es la más adecuada.
"Nuestro objetivo era facilitar el uso del tratamiento y quitar los miedos mediante una herramienta fácil de usar y con una base científica muy importante", explica Esther.
Adaptar el estilo de vida
Xevi Verdaguer, psiconeuroinmunólogo, nutricionista y fisioterapeuta, mejora la vida de muchas mujeres con menopausia. Durante la menopausia se producen unos cambios neuroendocrinos que implican también un cambio de neurotransmisores.
Por lo tanto, sabiendo cuáles son, "es fácil adaptar el estilo de vida para que esta transición sea sin problemas", dice Xavi haciendo referencia a los cambios en el sistema inmune, cambios en la microbiota intestinal, en el metabolismo del colesterol o en los músculos.
"Hay una conexión de la menopausia con la salud de nuestro intestino, que es la que regula nuestro metabolismo", explica. Así, ocurre que en la menopausia, se reduce la diversidad de bacterias sanas, especialmente lo lactobacilus, que cuando baja en el intestino, también lo hacen en la vagina.
En definitiva, se puede tener una mejora en la microbiota aumentando los alimentos que, a su vez, aumentan los lactobacilus, como son los alimentos fermentados.