Vamos a hablar, y a aprender mucho, de un árbol que se llama pinsapo, que se estima que es el árbol más longevo de toda la Península Ibérica. Se trata de una especie protegida porque es una reliquia viviente de los bosques de abetos del período Terciario, o sea, de hace más de 60 millones de años.
De los pocos pinsapos que quedan en la Península, muchos se conservan en la provincia de Málaga en buena medida gracias a un hombre que se llamaba Vicente Matabuena Suance, un sacerdote que cuando a mediados del siglo pasado llegó a Cortes de la Frontera (Málaga), además de dar misa se dedicó a repoblar el monte, la Sierra Blanca.
La zona había sido de pinsapares, pero poco a poco habían desaparecido por culpa de la deforestación. El sacerdote Vicente, que era muy aficionado a la botánica, plantó unos cuantos pinsapos, los vecinos del pueblo y de la comarca se implicaron en su cuidado y en la repoblación, y así tenemos ahora más de 300 ejemplares que crecen en el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, en una superficie que ronda las 40 hectáreas.
El árbol más antiguo
Tomás Rueda Gaona, biólogo y coordinador de la reserva de la biosfera Sierra de las Nieves, explica que hay especímenes de árboles que pueden tener más de mil años, pero el pinsapo de la Escalereta está datado como el más antiguo, aunque no se podría calcular la edad exacta, pero podría tener entre 450-600 años.
El pinsapo está dentro del propio Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, donde está "más mimado y protegido". Tiene unos 45 metros de altura, pero lo que más llama la atención es su envergadura y su grosor de todo el follaje.
"En la Sierra de las Nieves está también el Castaño Santo de Istán que cuenta que bajo su sombra celebraron la Misa de Acción de Gracias los Reyes Católicos antes de la conquista de Marbella", cuenta Tomás en 'Más de uno' sobre otros árboles históricos.
Un superviviente de épocas pasadas
El pinsapo es un árbol de una época pasada, del Terciario o Cuaternario, cuando el clima de la Península Ibérica era parecido al que actualmente hay en Noruega, Finlandia y la zona de Laponia. "Eso estaba lleno de abetos ancestrales que cuando el clima cambió, dejó restos de poblaciones de abetos que se pudieron adaptar a ese clima", dice el biólogo.
El pinsapo es, por tanto, una pequeña población de aquellos abetos que quedaron restringidos en las sierras de Málaga y Cádiz. Como él, quedaron aisladas otras poblaciones de abetos que han ido evolucionando hasta dar especies diferentes. "El pinsapo es el más antiguo de esos abetos alrededor de todo el Mediterráneo", explica Tomás sobre otros abetos que hay en Grecia, Túnez o Turquía.
Que los niños investiguen su entorno y lo amen
Rosa María Sánchez, maestra de Educación Ambiental, enseña a los niños como es la vida y el ecosistema que gira en torno al pinsapo. En su colegio CEIP Sierra de las Nieves (en Yunquera, Málaga) querían que sus alumnos observaran su entorno e investigaran sobre la Sierra.
De ahí nació el proyecto 'Aprendiendo entre pinsapos' en el que curricularmente se llevan a cabo todas las asignaturas a través del proyecto de pinsapos; desde infantil hasta secundaria.
"La educación emocional es muy importante, un niño tiene que ser feliz y estar a gusto en el centro educativo", dice Rosa María sobre dos cuentos que han creado en los que trabajan los diferentes sentimientos. En definitiva, se trata de que los niños investiguen su entorno y lo amen, lo cuiden y lo valoren.