QUÉ SABEMOS DE... EL QUEBRANTAHUESOS

El quebrantahuesos: alimentación, leyenda negra y recuperación de un animal en situación de vulnerabilidad

En 'Más de uno' tratamos de hacer justicia con un animal que ha sido difamado durante siglos y que ahora se está recuperando en España: el quebrantahuesos.

ondacero.es

Madrid |

El quebrantahuesos es un ave que es preciosa, majestuosa, magnífica, pero sobre la que ha pesado una terrible leyenda negra. A este animal, habitante de las cumbres más altas, se le ha acusado de atacar a los hombres, de abalanzarse sobre montañeros y pastores para intentar despeñarles. Se contaba también que secuestraba niños y se le señalaba como ladrón de ganado.

Esta falsa imagen de ave sanguinaria, dañina y casi demoníaca, contribuyó a que este animal, el quebrantahuesos, haya estado a punto de extinguirse en España y que todavía hoy sea una especie en situación de vulnerabilidad.

A principios de la década de los 80 sólo quedaban dos pequeñas poblaciones de quebrantahuesos en nuestro país: entre 20 y 30 parejas en los Pirineos, y una aún más reducida, de un par de parejas, en la Sierra de Cazorla, en Jaén, que desaparecieron en 1986. Hoy esta especie se está recuperando, hay más de mil ejemplares que ya se pueden ver no sólo en Andalucía y en Pirineos, sino también en los Picos de Europa y ahora además en la Comunidad Valenciana.

Nidos de quebrantahuesos del siglo XVII y XVIII

En parte gracias a la leyenda negra que se cierne sobre el quebrantahuesos, se ha podido tener constancia de que existió en la Comunidad Valenciana.

Raúl Mérida, director general de Medio Natural y Animal de la Comunidad Valenciana, y uno de los responsables de un proyecto que ha reintroducido al quebrantahuesos en la zona de Tenencia de Benifasar, en Castellón, explica cómo se llevaron a cabo unas expediciones hasta encontrar nidos del siglo XVII y XVIII.

En estos nidos se sabía que eran de quebrantahuesos por los restos de huesos, su principal alimento. Cuando se los comen, los excrementos son carbonato cálcico puro que en muy poco tiempo fosilizan. Así, los fósiles hallados en los alrededores de esos nidos han servido para clasificar a sus pobladores.

En la Comunidad Valenciana, por tanto, hubo quebrantahuesos, igual que en otras partes de España, pero la presión de la demografía, hizo que poco a poco se fueran arrinconando en otras zonas como los Pirineos o la zona norte.

¿A qué se debe la leyenda negra?

Desde la Consellería de Medio Ambiente, ponen en marcha un proyecto por el cual sueltan pollos jóvenes que se pueden marchar, pero cada cierto tiempo, alguno vuelve. Este es un programa que se inició hace seis años y este año, han vuelto dos machos. En los próximos años, probablemente vuelva una hembra, por lo que habrá reproducción y, poco a poco, la colonia de quebrantahuesos irá creciendo.

Cada cierto tiempo," vamos a verlos volar y nos va a hacer mirar al cielo", algo importantísimo para el ser humano, opina Raúl, quien defiende la belleza del vuelo de estos animales. Esto, además, va a atraer al turismo medioambiental y ornitológico que ayudará a la despoblación rural.

¿Cómo se alimentan estos animales?

Gerardo Báguena, vicepresidente y director de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, se declara "admirador" de estas especies que "tienen cada día el reto de sobrevivir en un ambiente hostil".

El quebrantahuesos es la única especie del mundo conocida que se alimenta únicamente de huesos. Por esto, tiene que volar entre nueve y once horas diarias para alcanzar los 350-400 kilos de hueso que necesita al año para sobrevivir y sacar adelante un único pollo, explica Gerardo.

Quebrantahuesos con diez horas de vida abriendo los ojos por primera vez
Quebrantahuesos con diez horas de vida abriendo los ojos por primera vez | Onda Cero

Los quebrantahuesos esperan hasta que comen el resto de animales

Estos animales no cazan, no pescan, no parasitan comida, ni le causan la muerte a otras especies. De hecho, hacen lo que la evolución les ha enseñado que es lo más eficiente: esperar. Los quebrantahuesos esperan a que los buitres coman, rompan los cadáveres y consumir los huesos restantes recuperando las proteínas de estos huesos.

Normalmente, suelen comer huesos de las extremidades, los más fáciles de digerir. En apenas 6-7 horas, una pata de cordero de 30cm puede ser absorbida y disuelta. Con los huesos de mayor tamaño, los tiran contra las rocas para trocearlos, y de ahí viene su nombre.

Centro de cría de quebrantahuesos

Teresa Cardona trabaja como veterinaria dentro del programa de rescate, cría, liberación y seguimiento de quebrantahuesos en la Península Ibérica en el Centro de cría de aislamiento humano en la Afranca, en Zaragoza.

Allí, crían en incubadoras a polluelos de quebrantahuesos engañándolos para que piensen que están en un nido en las montañas. Para darles de comer, utilizan marionetas realistas de quebrantahuesos adultos. Estos animales crecer muy deprisa: nacen con 250 gramos y en apenas dos meses pesan 4 kilos y medio.

Polluelo de quebrantahuesos con la marioneta como "falsa madre"
Polluelo de quebrantahuesos con la marioneta como "falsa madre" | Onda Cero

En lugar de ecografías, realizan ovoscopias, explica Teresa. En un cuarto oscuro, "se proyecta una luz muy fuerte en un extremo del huevo y es un juego de sombras chinas". Con la luz, se puede ver el embrión y los especialistas hacen un seguimiento.

¿Cómo se les prepara para su inserción en la naturaleza?

En el centro se encargan de las crías de quebrantahuesos durante toda la eclosión y, como mucho, hasta los dos meses de edad. Luego, se trasladan al Parque Nacional de Odesa donde están un par de meses más. Por último, los trasladan a su destino final para su inserción en el medio.

En Ordesa viven en una cabaña donde, en frente, hay un comedero donde se aporta comida "para que ellos vean adultos de quebrantahuesos y buitres bajar" a alimentarse. Ellos están desde la ventana, se les sigue alimentando con marionetas, pero ven comportamientos de ejemplares de su especie. Allí se adaptan a la temperatura, el frío y adoptan el cuerpo necesario para adaptarse a su destino final.