Qué sabemos de… las taquígrafas y estenotipistas del Congreso

El día a día de las taquígrafas del Congreso: "Es difícil mantener la emoción atajada"

Siempre vemos presente en el hemiciclo las figuras de los taquígrafos y estenotipistas, pero, ¿conocemos en qué consiste su trabajo? En Más de uno, hablamos con Gloria Canencia, Jefa del Cuerpo de Redactores Taquígrafos y Estenotipistas del Congreso de los Diputados. También con Javier Núñez, encargado de redactar el diario de sesiones del Senado. Y para rematar, nos reciben en su lugar de trabajo las taquígrafas Milagros Cabezalí y Ana López.

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Madrid |

"Estamos para tomar nota y reflejar por escrito todo lo que dicen los diputados. Es algo que viene desde 1810, desde la Constitución de La Pepa", nos explica Gloria Canencia. La Jefa del Cuerpo de Redactores, Taquígrafos y Estenotipistas del Congreso. Lleva 33 años trabajando en el Congreso y llegó a su puesto sacando una oposición.

¿Qué se pone en el diario de sesiones cuando no se entienden las nuevas fórmulas de jurar la Constitución de los diputados? "En el diario de sesiones se recoge todo bajo una misma fórmula genérica según las directrices de la presidencia de la Cámara", nos responde Canencia. Asegura que cuando un juramento se sale de lo usual, escriben: "Los señores diputados juran, prometen o acatan la Constitución con otras fórmulas". "En otro tipo de sesiones sí se recoge todo", apunta.

Según nos relata Canencia, lo más problemático para los taquígrafos no es la velocidad a la que los diputados realizan su discurso, sino "la inteligibilidad" del discurso. ¿Ha bajado el nivel de oratoria de los diputados? "El Parlamento, inevitablemente, es un reflejo de la sociedad. Ahora la gente se comunica con tuits, por lo tanto, no es lo mismo un discurso, como nos enseñaban en el colegio que debía ser, que pretender lanzar una idea con un tuit. Los políticos creen que la sociedad les reclama que sea así", reflexiona Canencia. "Somos un nexo de unión. Intentamos que el que lea ahora las sesiones y también dentro de 50 años, entienda la idea principal del orador", puntualiza.

¿Cuál es la diferencia entre un taquígrafo y un estenotipista?

Javier Núñez, es encargado de redactar el diario de sesiones del Senado. Y nos explica que la diferencia entre taquígrafos y estenotipistas es la herramienta con la que trabajan. "Los taquígrafos utilizan un sistema manual, solo se sirven de un bolígrafo. Los estenotipistas somos los que utilizamos una máquina extrañísima de veintiún letras".

"Hasta el año 1933, durante la Segunda República, cuando irrumpe Ángeles Soler, la primera taquígrafa, la mayoría de taquígrafos habían sido hombres. Durante la dictadura se volvió a cerrar este sector a las mujeres. El hecho de que la mujer tuviera muy difícil introducirse al mercado laboral y que se abriera el acceso de la mujer al ámbito secretarial hace que aprendan entre otras cosas taquigrafía en los años 60. Ahora sólo somos dos hombres en el sector. Uno en el Congreso y otro en el Senado", nos explica Núñez.

Las taquígrafas del Congreso

También nos han acompañado en el programa dos taquígrafas, que nos reciben desde su puesto de trabajo, Milagros Cabezalí y Ana López. Nos dicen, que a veces es difícil no hacer gestos cuando oyen cosas curiosas, y que mantienen una estricta neutralidad. Es complicado contener la emoción y la risa, pero aseguran que son profesionales y mantienen una estricta neutralidad.

¿Hay diputados que las taquígrafas ven con recelo porque les complican el trabajo? "No. Hay oradores más difíciles que otros. Pero nos apañamos bastante bien", asegura Ana López. Las taquígrafas también aseguran que no temen que desaparezca su profesión. Cabezalí nos asegura que no solo consiste en tener velocidad, "sino dar fe de lo que está sucediendo". "Es un trabajo muy complicado porque a la vez que estás escribiendo estás mirando y haciéndote señas con la compañera", explica Cabezalí. Y cuenta: "Cada una tenemos nuestras ideología, y procuramos mantenernos profesionales. No solo oímos cosas curiosas sino que también nos emocionamos. Es difícil mantener la emoción atajada. Recuerdo cuando Pilar Manjón hablo de la muerte de su hijo en el atentado del 11-M o la comisión del Yak-42".