Antes de saber si hay vida fuera de la Tierra, es necesario conocer cómo empezó la vida en nuestro planeta y si fue fruto del azar o de una sucesión de casualidades. Por el momento, se desconoce cómo de alta o baja es la probabilidad de que exista vida en otros planetas; "como no sabemos cómo de probable es ganar esa lotería, es muy difícil decir si hay vida extraterrestre o no", explica Jorge Nicolás-Álvarez, doctor en ingeniería aeroespacial, divulgador científico y autor del libro 'Hemos recibido un mensaje extraterrestre: La verdad científica sobre la vida más allá del planeta Tierra'.
Una de las hipótesis que barajan los científicos es que la vida llegó a la Tierra desde fuera de ella, del espacio exterior, a partir de la cual se sucedieron reacciones que trajeron como consecuencia nuestra existencia. Otra, es que simplemente hubo una evolución con lo que ya había en la Tierra y de ahí surgió la vida.
Sin embargo, "realmente no hay evidencia de todo esto, no existe una conclusión firme", dice, aunque la investigación de meteoritos y otros asteroides va dando pistas sobre el origen de la vida, un tema todavía muy abierto.
La vida siempre sigue adelante
A pesar de que la vida parece producto del azar y es tan improbable que surja, "la química que vemos en toda nuestra galaxia y más allá es siempre la misma y, por tanto, la bioquímica también", aclara Rafael Bachiller, astrónomo director del Observatorio Astronómico Nacional, premio de Comunicación Científica de la Fundación BBVA y CSIC.
Así, cabe destacar la robustez de la vida, pues "desde que surgió la vida ha habido glaciaciones, meteoritos, se han extinguidos especies, pero han surgido otras y la vida sigue adelante". Con estas condiciones, "es muy probable que exista vida extraterrestre", considera Rafael.
¿Podría existir la vida sin agua?
A menudo vinculamos la existencia de la vida con la existencia de agua, pero también podría haber vida sin necesidad que haya agua. Eso sí, "tal y como entendemos nosotros la vida en la Tierra, necesitamos agua" y, por eso se buscan otros planetas en zonas habitables de los sistemas solares, con condiciones climáticas que les permitirían tener agua líquida en su superficie.
"También hay otros cuerpos que podrían tener agua líquida, no es su superficie, sino bajo tierra. En este caso serían las lunas de Júpiter y Saturno", matiza Jorge sobre estos cuerpos potenciales donde encontrar indicios de vida.
¿Cómo buscamos la vida fuera de la Tierra?
Existen dos tipos de búsquedas: las directas y las indirectas. En las directas se envía un aparato a algún planeta o territorio donde se busca vida, como es el caso de Marte o las lunas de Júpiter y Saturno, pues bajo los océanos helados pueden darse las condiciones para que surja vida.
El método es allí, perforar si creemos que está bajo tierra y buscarlo. Por ello, "no hace falta desplazarse, un robot lo puede hacer muy bien", explica Rafael Bachiller, astrónomo director del Observatorio Astronómico Nacional, premio de Comunicación Científica de la Fundación BBVA y CSIC.
Buscar indicios de vida analizando la luz que llega de otros planetas
Por otra parte, la búsqueda indirecta trataría de buscar indicios de vidaanalizando la luz que llega de otros planetas. En este caso, se trata de planetas extrasolares y se examina la luz de sus atmósferas, mirando el espectro para conocer las moléculas de su atmósfera y su composición química para encontrar ahí señales de vida.
Si desde fuera estuviesen mirándonos a la Tierra, podrían analizar la luz que atraviesa nuestra atmósfera y encontrar signos de vida. También, analizando las emisión de ondas de radio podrían detectar todas las ondas que nuestra tecnología está emitiendo al espacio.
La improbable posibilidad de que nuestros mensajes sean recibidos
Por el momento, no ha habido ninguna respuesta a las señales que se han enviado al exterior. "Es como enviar un mensaje en una botella al gran océano cósmico y que está muy vacío", explica el divulgador Francisco Javier Millán, experto en ciencia ficción y crítico de cine, por lo que "la probabilidad de que alguien nos lea es pequeña, pero quizá la probabilidad de escuchar es más grande".
De todas maneras, siempre se decide enviar sondas espaciales hacia cúmulos donde hay millones de estrellas y planetas, por pura cuestión estadística. A pesar de ello, "es sumamente improbable" de que alguien reciba los mensajes que se envían en sondas como la Voyager o las Pioneer.
Música y matemáticas: cómo comunicarnos con los extraterrestres
La vida extraterrestre es un tema muy explorado por la ciencia ficción, tanto en la literatura como en el cine. Una de las películas clásicas de este género es 'Encuentros en la tercera fase' -del año 1977- que plantea cómo la ciencia tendría que enfrentarse al reto de cómo comunicarse con una raza extraterrestre en el caso de que llegasen a la Tierra.
Steven Spielberg, director de 'Encuentros en la tercera fase', utilizó a John Williams -su compositor musical habitual- y llegaron a la conclusión de que la mejor manera de comunicarse serían la música y las matemáticas, "dos lenguajes universales que se pueden entender en cualquier parte del planeta y, supuestamente, en todo el universo", cuenta Francisco Javier Millán, experto en ciencia ficción, crítico de cine y autor de 'Generación Goonies. Los años dorados de los productores Amblin'.
La representación de los extraterrestres en el cine
En su opinión, tanto la ficción como los fenómenos de avistamientos de extraterrestres que dicen ver algunos testigos, se retroalimentan. Así, cuando se estrenan películas o series como 'Expediente X' o 'V', "la gente dice ver seres que se parecen a los que salen en las películas".
Algunos ufólogos comentan que, al final, los seres son capaces de transformarse para tener una visión amable por parte de los humanos y tener un contacto. Esto, según cuenta Francisco Javier, se ve perfectamente en 'E.T', donde Spielberg "nos lleva al extraterrestre directamente a nuestra propia casa", algo que consiguió con una especie de secuela de 'Encuentros en la tercera fase' donde "el contactismo fuera a un nivel más íntimo", lo que impactó a todos los públicos de varias generaciones.
'2001 Odisea en el espacio' -dirigida por Stanley Kubrick en 1968- es una película muy reseñable porque "nos habla de la posibilidad de que los extraterrestres incidan en nuestra sociedad", que de alguna manera manipulen al ser humano para que evolucione, llegue a las estrellas y contacte con ellos.