David de Jorge y Leo Harlem vienen a Más de uno para hablar de ese gran invento culinario, el aperitivo, ese plato donde cabe de todo. Los oyentes nos cuentan qué es lo que les gusta tomar de aperitivo desde albóndigas, rabas, ensaladilla, boquerones en vinagre, patatas aliñadas, torreznos, jamón, gambitas, aceitunas gordales, etc. Además, comentan cuántas veces toman el aperitivo y dónde lo hacen.
Asimismo, se incorpora a la conversación el chef Martin Berasategui tras escribir junto a Robin Food 'Cocina sin vergüenza'. "David de Jorge es un triunfador nato", dice, aunque se queja de que no le haya dejado meter en la receta de una tortilla de sardinas. Por otro lado, explica que el libro "es un homenaje a esa gente que piensa que no tiene mano con la cocina".
En el Siglo V había un médico llamado Hipócrates, que recetaba a sus pacientes que sufrían de malestar por falta de apetito, beber vino con hierbas de ajenjo. Esa bebida milagrosa es lo que los franceses bautizaron como vermúth. Y que comúnmente se conocía en la época como Ypocrás.
El médico recomendó el brebaje a casi todos los griegos y se hizo tan popular que hasta se lo copiaron los romanos. Cuando el rugido de sus tripas estaba a pleno rendimiento, el griego no podía esperar y algo tenía que picar.
Pero, ¿cómo ha llegado a convertirse en una costumbre social? El origen está reñido, que si los griegos, que si los romanos o los italianos que dicen que inventaron el antipasti, un entrante.
Este acto se convirtió en el momento favorito de los reyes y hoy en día se ha convertido en una de nuestras señas de identidad. Esta costumbre se extendió rápidamente al resto de Europa, sobre todo a Francia y España. Se dice que, estando Alfonso XIII en una taberna de Cádiz, sopló una ventolera. Para evitar que la brisa marina le metiese arena en su copa, el camarero puso una loncha de jamón sobre el vino. Al pedir otra consumición, el rey la pidió, esta vez, "con tapa".