Ingredientes
Preparación
Partir los dientes de ajo en pedazos grandes y colocarlos en un cazo pequeño y cubrir justo de aceite de oliva. A continuación, echar los chiles frescos enteros, a fuego manso, hasta que doren ligeramente.
Sobre la tabla partir las patatas en cubos grandes, lavarlas y secarlas con un trapo. Colocar las patatas en una sartén y cubrir de aceite de oliva, freír a fuego suave y abandonarlas hasta que vayamos a comerlas, en el mismo aceite apagado.
Entonces, para comerlas, poner en marcha el aceite y freírlas hasta que doren. Escurrir las patatas sobre papel absorbente. Sazonarlas y colocarlas en una fuente.
Escurrir los ajos confitados, colocarlos en el fondo de un vaso de batidora, con el zumo de limón, huevo y yema y salpimientar, añadir poco a poco los 250 ml. de aceite de oliva y 250 ml. de girasol y batir para montar un all-i-oli. Rectificar sazonamiento.
Aparte, añadir al aceite de dorar los ajos el pimentón y el vinagre, calentar ligeramente para hacer un ajo-aceite rojizo que nos servirá también de salsa. Cubrir las patatas con el all-i-oli cremoso y regarlas con la ajada de pimentón.