Un estudio que ha realizado un americano de Clevelan dice que comer guindillas ayuda a reducir la mortalidad. Según el estudio, en los últimos 10 meses el consumo de salsa picante ha aumentado en un 5% en EEUU y se estima que aumentará su producción un 16% en los próximos años.
Al parecer la justificación a esta afición de los estadounidenses por el picante estaría en la psicología y es que el picante es tan consumido por la mezcla de dolor y placer que produce.
El cocinero Bruno Oteiza nos cuenta cómo elabora su salsa picante 'Black Mamba' y nos cuenta una anécdota sobre el picante que le ocurrió en México. Además, los oyentes nos cuenta por qué les gusta o no el picante.