Hoy hablamos de Mary Smith. Mary era una de esas profesionales que se extinguieron a raíz del avance de la tecnología, ya que era una 'knocker-up' o despertadora profesional. Se dedicaba a circular por las calles del East End del Londres de 1930 aporreando las aldabas de las casas para despertar a sus inquilinos.
El problema vino cuando a las personas que vivían en segundo, tercer y cuarto piso no se despertaban con el sonido del aldabonazo, así que los 'knocker-ups' debían idear un plan b. Mary necesitaba unas balas blandas e indoloras que no causaran desperfectos, pero que, aún así, hicieran el suficiente ruido como para que nadie se quedara dormido. Tras una intensa búsqueda descubrió que los únicos proyectiles que cumplían estas dos importantísimas características eran los guisantes secos.
Datos curiosos de los guisantes
Los guisantes no son verduras, sino una legumbre de temporada ideal para consumir en primavera. Entre sus múltiples beneficios se encuentran la reducción de los niveles de azúcar en sangre, la prevención de la anemia, el control del peso o la mejora del estado de ánimo.
En España se producen sobre todo en el Maresme Catalán, de Palencia, Asturias, Navarra, Granada, Murcia o Almería. Los guisantes son verdes porque se cosechan inmaduros, ya que después se ponen amarillos y se convierten en Almidón.
Los guisantes están considerados como un superalimentos, son una buena fuente de hierro, ayudan a estabilizar la glucosa en sangre, poseen vitaminas C y K, ácido fólico, fibra, manganeso y son ideales para adelgazar y controlar el paso porque tienen muy pocas calorías y una elevada densidad de nutrientes.
Hablemos de guisantes con profesionales
Para hablar de guisantes nos vamos a la huerta y tenemos con nosotros a Santiago Pérez, que dejó de ser piloto comercial en Florida, Estados Unidos y la gran ciudad por los guisantes y la paz del pueblo de sus padres.
Santiago nos cuenta que en su huerta producen un tipo de guisante apodado 'guisante lágrima', que es una variedad recuperada de Galicia que tiene un alto contenido en agua y ese agua es herbácea y con azúcar, por lo que para que eso se conserve, tienen que recolectar el guisante cuando las temperaturas sean las más bajas.
Para que un guisante lágrima sea reconocido como tal debe cumplir una serie de características: en primer lugar la hora de recogida y el tamaño del grano.
Santiago siembra guisantes desde el 2009. Pero sus lechugas, pimientos, maíz se venden a los mejores restaurantes de España. Se trata de un guisante recuperado y en colaboración con el CSIC. El kilo de guisantes ronda 300€ (o más). Pues su campaña comienza según la luna y se recolecta a las cuatro de la mañana, siempre de noche.
Cómo cocinar guisantes negros
El cocinero y gerente, Romà Revelles, del Restaurante "Niu Nou" de Bagà, del Berguedà en alta montaña catalana nos trae una receta de guisantes negros exquisitos.
Los guisantes negros son dejados secar como otra legumbre y se acompañan con un trozo de tocino muy asado. Hay que dejarlos en remojo la noche antes con una cucharada de bicarbonato sódico para que queden muy blandos.
Ingredientes para los guisantes negros
- 1 calabaza dulce
- 1 cebolla
- 3 ajos, jengibre, cúrcuma y canela
- Sal, AOVE y pimienta
- 450 gramos de guisantes negros cocidos previamente
- Perejil fresco picado
- Flores silvestres del tiempo
¿Cómo los cocemos?
- Remojados 16 horas, con agua mineral con un poco de bicarbonato. Escurrimos, limpiamos bien con agua mineral y cocinamos a 90 grados durante 1:15h.
- Al finalizar añadimos un 2,5% de sal, con respecto al peso de guisante negro. Lo dejamos dentro de la olla, reposando, hasta que se enfríe.
La receta
En primer lugar, abrimos por arriba la calabaza, que quede entera, sacando la parte de arriba como una tapa, para volver a tapar al final. Sacamos la pulpa, con cuidado.
Después, hacemos un sofrito con la cebolla, que quede bien caramelizada, añadimos la pulpa de calabaza, los ajos y seguimos sofriendo, salpimentamos y ponemos las especies; añadimos ahora los guisantes negros cocidos.
Ponemos sal y aceite, por dentro de la calabaza vaciada, con un pincel, retocamos, para impregnar bien por todas partes. Horneamos 10 minutos a 230 grados. Rellenamos ahora nuestra calabaza, con la farsa que hemos hecho anteriormente, de cebolla, pulpa de calabaza y los guisantes negros. Ponemos la calabaza rellena, al horno a 140 grados 1.10 h con humedad. La pondremos encima de un plato de horno.
Ponemos la tapa al horno también, salpimentada, mirando de cuando este cocida, sacarla y guardarla en un plato, con cuidado. Sacamos la calabaza del horno y la tapamos con su tapa, ahora la ponemos en medio de la mesa y servimos en cuenco hondos, decoramos con el perejil picado y una por encima de cada plato. ¡Y a disfrutar!