Ingredientes
- 6 patatas grandes
- 500 g de níscalos limpios
- 1 cebolleta pequeña picada
- 1 pimiento verde pequeño picado
- 3 dientes de ajo picados
- 1 chorrete de oloroso
- Media cucharada sopera de pimentón de la Vera agridulce
Cómo hacerlo
Primero, pelamos y cascamos las patatas. Por otro lado, hemos cortado el tallo a los níscalos y los hemos limpiado con un trapo húmedo para retirarles impurezas. Si es necesario les damos con un poco de agua, pero sin meterlos nunca a remojo para que no se empapen de agua porque las setas son como esponjas. A continuación, troceamos los níscalos en pedazos menudos.
En una cazuela sofreímos las verduras con aceite de oliva hasta que pillen un punto dorado y las salpimentamos. A eso, añadimos las setas, le damos unas vueltas e incorporamos las patatas cascadas. Meneamos.
Después, mojamos con el oloroso y espolvoreamos el pimentón. Le damos unas vueltas para que el asunto se reduzca y salga el olor a chacina y a alegría.
Ahora, sería el momento para que, quien quiera, añada pulpa de choricero, salsa de tomate, pulpa de guindilla picante...
Por último, añadimos agua o caldo hasta cubrir y guisar unos 25 minutos, hasta que las patatas queden tiernas, se rompa alguna y ligue el guiso. ¡Y listo!