En el cierre de hoy me gustaría volver a incidir en algo de lo que ya hablé en su momento, al hilo de unas circunstancias parecidas, con el objetivo de sacar de su error, por culpa del autoengaño al que muchos interesados se ven sometidos y que no contentos con regocijarse de su suerte, tienen tendencia a restregar su condición y sus planes a los demás.
Como este equipo se ha visto acribillado durante varios programas por el regodeo del jefe entorno a sus vacaciones de Semana Santa, pensando que realmente las iba a poder disfrutar, me veo en la obligación de exponer los hechos y la realidad tal como es, algo extensible, en resumidas cuentas, a todos aquellos que se hayan dado la misma murga a sus compañeros.
Al lío: Los que desde el viernes al mediodía cogieron vacaciones deben hacerse a la idea de que ya han consumido dos días y medio de sus días libres. Al ser lunes y ya bien entrada la mañana, no es descabellado pensar que prácticamente estamos a martes y por lo tanto a miércoles. Hoy, por tanto, es pasado mañana. Cinco días tirados a la basura llevan, a fecha de hoy.
El jueves santo casi no cuenta porque se levantarán con la sensación de que prácticamente habrán consumido todas sus vacaciones, lo que hará que cuando se quieran dar cuenta, su viernes de pasión será de compasión, una jornada de silencio y recogimiento.
El sábado, que está a la vuelta de la espina, es un día que se les pasará pensando en tener que volver, en hacer maletas, en pegarse para reservar restaurante o sombrilla en cualquier sitio y en no disfrutar, porque así no se disfruta.
El domingo entre atascos, colas en las gasolineras y demás, no cuenta, es un día muerto por más resurrección que les vendan.
Así que, a todos los que cogieron vacaciones el pasado viernes que se vayan haciendo a la idea de que hoy es lunes… 18 de abril.
Hoy ya es el lunes que viene, así que, enhorabuena a los premiados y mañana a currar, que ya está bien de fiestas.