El pasado sábado, un joven de 21 años, extremista, supremacista y simpatizante del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, disparó indiscriminadamente contra las personas que se encontraban en un centro comercial de El Paso, en Texas, matando a, al menos, 22 personas. El atacante fue detenido y la Fiscalía pedirá para él la pena de muerte
Un día después, el domingo pasado, otro joven de 24 años mató a nueve personas en un bar de la ciudad de Dayton, en Ohio. El asesino, en esta ocasión, fue abatido por la Policía.
Estas dos masacres, no son casos aislados, ya que desde la matanza en el instituto Columbine, en Colorado, hace 20 años, las escuelas y otros establecimientos han sido escenario de múltiples tiroteos y eso ha propiciado que la sensación de inseguridad se incremente entre padres, profesores y alumnos.