El vínculo entre Melilla y Roma se encuentra en una tumba. Un sepulcro, más bien modesto, donde se puede leer: "Cabo Primero Massimo Testa de Andrés, 2 de septiembre de 1994" No es una tumba que llame la atención a primera vista, no tiene nada especial, más allá del misterio que esconde ramificaciones entre España e Italia... Una historia de Jordi Corominas.