La guerra (Parte Primera)
Dieciocho años gobernó Caifás el Templo de Jerusalén. Ya anciano y exiliado, el sumo sacerdote de los judíos echa la vista atrás. Recuerda la calculada paz con Roma. Y la llegada del misterioso Jesús de Nazaret.
Escrito por Carlos Alsina. Interpretado por José María Pou
Dieciocho años gobernó Caifás el Templo de Jerusalén. Ya anciano y exiliado, el sumo sacerdote de los judíos echa la vista atrás. Recuerda la calculada paz con Roma. Y la llegada del misterioso Jesús de Nazaret.
La cualidadque nos distingue de los otros pueblos, reflexiona el judío Caifás, no es la fuerza con que empuñamos el hierro sino la inteligenciacon que evitamos tener que hacerlo. Así sucedió con Pilato, déspota gobernador romano de la provincia.
En el cerro de Cafarnaum se gesta una coronación. Una multitud ayuna de futuro quiere ver en el galileo al artífice de una revolución, de un reino celestial impreciso. ¿Te ves a ti mismo como dios?, le preguntará Caifás, confrontándole.
Caifás estudia a Jesús.Le espía. Hace que le sigan. Sus seguidores no dejan de crecer y en el Templo se encaran contra comerciantes y peregrinos honrados. Jerusalén se agita en la víspera de una colisión inevitable.
"De su aspecto casi nada me sorprendió. Si acaso, la corta estatura. Y su entereza", rememora Caifás. Han pasado 33 años desde su encuentro con el nazareno. Trató de disuadirle de su proyecto, justo antes de que le prendieran en el huerto de Getsemaní.
Se extingue la vida del sumo sacerdote, en Éfeso, mientras contempla los barcos alejarse. No siente nostalgia pero aún tiene confesiones que hacer. Cosas que lamentar. Y unasúltimas palabras sobre el galileo.