Ana Aizpiri, hermana de una víctima de ETA: "El fanatismo que alimentó ETA no ha desaparecido"
Hablamos en Más de uno con Ana Aizpiri, hermana de Sebastián Aizpiri Leyaristi, una de las víctimas mortales de ETA.
Sebastián Aizpiri Leyaristi fue uno de esos muchos "Txatos" a los que Aramburu retrató en Patria. La noche en que lo asesinaron tenía 39 años y estaba soltero. Era el propietario de una carnicería en Elgoibar y de un restaurante en Eibar, el Chalcha, muy popular en la ciudad. Sebastián iba caminando hacia el restaurante una tarde-noche de finales de mayo, año 1988, cuando dos terroristas (Jesús María Ciganda y Juan Carlos Balerdi) se acercaron a él por la espalda y le descerrajaron dos tiros en la cabeza.
Todavía en vida, y como se negó a pagar la extorsión, Sebastián hubo de sufrir los infundios propagados por los de siempre y que le acusaban de ser un traficante de drogas. Para defenderse, Sebastián pidió a los ayuntamientos de Eibar y Elgoibar que le investigasen y que, si no encontraban nada incriminatorio sobre él, respaldaran su inocencia. Y así lo hicieron, y publicaron un comunicado para decir que todos aquellos rumores eran infundados. Un documento que firmaron todos los partidos con representación municipal, a excepción de Herri Batasuna.
Cuando le asesinaron, su hermana, Ana Aizpiri, periodista de la ETB (27 años tenía entonces) dijo en una entrevista en el semanario El Globo: "siento que todos los ciudadanos somos espiados por ETA. Herri Batasuna es la policía secreta de la organización. Aquí la envidia tiene sabor a muerte". Ahora, Carlos Alsina habla con ella en Más de uno.
Asegura que guarda un "recuerdo francamente desolador" y reconoce que aunque en su familia nunca se plantearon la posibilidad de irse del País Vasco, ella si ha tenido que "huir muchas veces de esta tierra".
Critica que se hable de normalización
Además, critica que se hable de normalización, "cuando nos dicen "adelante, adelante" me resulta tristemente hilarante", alega. Reprocha es aquellas personas que tienen "una adversión a mirar lo que hizo ETA" y alega que Batasuna como sus sucesivas siglas, eran los que "de verdad atemorizaban a los vecinos y compañeros. Los que hacían el trabajo de justificación de los crímenes de ETA era Batasuna".
Sobre el pacto entre el Gobierno de PSOE y Podemos con Bildu para los Presupuestos, dice que "estos días están viendo lo cálido que es estar dentro del sistema que quieren derribar". Y cree que "el fanatismo que alimentó ETA no ha desaparecido de sectores de la sociedad casca minoritario", ya que sigue siendo alimentado y coreado, por lo que propone "promover campañas para desfanatizar a la sociedad".