Desde 1945 EEUU ha sido el principal garante de la seguridad en Europa. Ahora con una crisis fiscal, con elevada deuda y desproporcionado déficit público, el doble que España, Donald Trump ha decido aplicar recortes y los europeos tendremos que asumir buena parte de ese gasto en defensa.
Los gobiernos deben ser transparentes con sus ciudadanos y explicarles que el gasto en defensa es necesario para preservar el modelo europeo de convivencia y civilización.
La clave será la creación de una industria militar europea con más capacidad de inversión, especialmente en tecnología, eso va a exigir mucha financiación y mucho crédito y seguridad jurídica para esas inversiones.
Pero las crisis también son oportunidad. Los europeos tenemos que asumir pronto que Donald Trump no nos quiere y tenemos que madurar e independizarnos de la dependencia de EEUU.