CON LUIS RENDUELES Y MANUEL MARLASCA

Territorio Negro: Policías, guardias y militares de cuatro patas

Luis Rendueles y Manu Marlasca rinden homenaje a unos policías, guardias civiles y militares muy especiales: los agentes caninos y sus especialidades, que son muchas más de las que nos imaginamos.

ondacero.es

Madrid |

Los agentes caninos buscan y encuentran drogas, explosivos, armas, dinero... pero también personas, tanto vivas como muertas. Estas seis especialidades -drogas, explosivos, armas, dinero, cadáveres y personas vivas- son las especialidades clásicas, junto a los perros de intervención, es decir de ataque. Pero los guías caninos de los distintos cuerpos no dejan de innovar y de buscar nuevos cometidos para los perretes, habida cuenta de que los canes parecen no tener límites.

En los primeros años del siglo, entre el 2000 y el 2005, algunos guías comenzaron a trabajar en labores distintas. Los perros dejaron de ser simplemente perros policía y se convirtieron realmente en perros investigadores. Su olfato se convirtió en una herramienta más en las investigaciones de los distintos cuerpos. Y se empezó a ir mucho más allá.

Los perros investigadores en el asesinato de Javier Ardines

Recordaréis el asesinato del concejal de Llanes, Javier Ardines. Al político asturiano le tendieron una trampa: cruzaron un par de vallas de obra a la salida de su domicilio, lo que le obligó a bajarse del coche para retirarlas. En ese momento fue cuando le atacaron y le dieron muerte. En la escena, concretamente en la valla, quedaron restos de una sustancia que se determinó que era spray pimienta, con lo que debieron de aturdir primero a Ardines.

La Guardia Civil sabía que los asesinos habían usado esa sustancia, que sería fundamental en la fase de explotación, cuando se detuviese a los sospechosos, así que se acordaron de Marley y de su guía, Juanma.

Marley era un perro de aguas –murió a los tres años de un infarto y en su corta trayectoria ocupa un lugar en la historia de héroes caninos– especialista en detectar restos biológicos, pero Juanma, su guía, aseguró a sus compañeros de la UCO que podría entrenarle para hallar vestigios de spray pimienta en cualquier parte y por mucho tiempo que hubiese pasado. Cuando se detuvo a dos argelinos, autores materiales del crimen, el bueno de Marley marcó varios puntos en el coche de uno de ellos, el vehículo que utilizaron en el asesinato.

Eso fue una prueba fundamental en la investigación porque pudieron demostrar que el mismo spray pimienta que había en la escena del crimen estaba también en el coche de uno de los detenidos.

¿Cómo hacen ese trabajo?

Aquí llega otro gran homenaje: Elton fue el primer perro de España especialista en restos biológicos. Él, como Marley o como Dylan, el actual binomio de Juanma, han sido fundamentales en muchas investigaciones, algunas muy mediáticas y otras, desconocidas, pero su trabajo siempre ha sido impecable: el doble crimen de Almonte, Diana Quer, Gabriel Cruz, la profesora Laura Luelmo, el ya citado crimen de Ardines, Romina en Lanzarote, Esther López en Valladolid… Juanma y sus perros han intervenido en todos estos casos.

Y lo han hecho siempre de forma impecable. Juanma se fijó en los guías caninos de la policía suiza, que llevaban años trabajando con restos biológicos. Él perfeccionó el entrenamiento y el aprendizaje de los perros y el resultado es espectacular. Por mucho tiempo que pase y por mucho empeño que los malos pongan en limpiar, Elton, Marley o Dylan son capaces de marcar los lugares donde ha habido sangre.

Ese vestigio se recorta, se lleva al laboratorio y allí se confirma la sustancia y a veces hasta se puede obtener ADN. Pero ni el ojo humano ni la luz forense son capaces de ver esos restos, tan sólo el olfato de los perros.

Otras especialidades en los perros de investigación

El Seprona de la Guardia Civil, los agentes que persiguen delitos contra el medio ambiente, trabajan desde hace tiempo con perros que detectan veneno con el que algunos desalmados tratan de eliminar a determinadas especies. También hay perros que encuentran acelerantes del fuego y cuyo trabajo puede demostrar que un incendio forestal fue provocado.

Otros perros que trabajan mano a mano con investigadores son los que son capaces de hallar armas por escondidas que estén. En los últimos tiempos, casi cualquier grupo de crimen organizado dispone de armas, así que hallarlas para retirarlas del mercado es fundamental. Y ahí, las trufas, las narices de los perros detectores, son definitivas. Son un millón de veces más potentes que las de las personas.

¿Se entrena a los perros con drogas reales?

Lo de que a los perros que buscan droga se les entrena con sustancias reales, y que incluso se les droga para que desarrollen una especie de síndrome de abstinencia y que sean más eficaces en su trabajo, más que una leyenda urbana es una gilipollez.

El entrenamiento de cualquiera de estos perros es muy exigente. No todos los que empiezan sirven. Su adiestramiento comienza cuando tienen entre cuatro y cinco meses y no son operativos hasta que cumplen al menos un año de edad. Imaginemos que esos perros son drogados… No durarían ni seis meses en activo. La verdad es que a los perros detectores se les entrena con sustancias reales, pero como es lógico nunca llegan a probarlas: ni las drogas, ni los explosivos, ni los venenos…

La clave es aprovechar el instinto y las ganas de juego del perro. El perro busca y encuentra porque sabe que su guía le va a premiar cuando lo consiga: mordiendo un rodillo, con una pelota, con cualquier otro juguete… Por eso se emplean siempre perros inteligentes y con un enorme instinto de juego: pastores belgas malinois, pastores alemanes, espringers, labradores, perros de aguas…

El perro detector encuentra cualquier sustancia con la que se le entrene. De hecho, un buen amigo, Toño, guía canino de Policía Nacional, nos contaba que había entrenado a su perro para detectar papel film, papel transparente, porque la droga muchas veces venía envuelta en eso. Además, cada vez que aparece una nueva droga, los guías se la piden a sus colegas para incorporarla al catálogo olfativo del perro.

Detección de nuevas sustancias

Con los explosivos la actualización es fundamental. Durante muchos años, los perros detectores de explosivos conocían las sustancias empleadas por los terroristas de ETA: dinamita, amonal, amosal, goma 2… Pero con la irrupción del yihadismo y otros terrorismos han llegado sustancias nuevas: el TATP (la llamada madre de Satán) o la pólvora prensada, la empleada en las cartas bomba enviadas a distintos lugares por un jubilado prorruso. Los guías caninos que tienen perros con esta especialidad trabajan en estrecho contacto con los TEDAX.

De esta especialidad, la de explosivos, son otros dos de los héroes a los que queremos rendir homenaje: Ajax era un pastor alemán que salvó muchas vidas. En el verano de 2009 ETA asesinó a dos guardias civiles en Palma de Mallorca con un coche bomba. Pero su siniestra idea era matar a mucha más gente haciendo estallar otro explosivo cuando se estuviese atendiendo a las primeras víctimas, pero Ajax lo impidió plantándose junto a un Nissan que estaba aparcado, la señal con la que los perros de explosivos hacen un marcaje.

Ajax fue condecorado con los más altos honores en España y en el Reino Unido y pasó sus últimos años, ya jubilado, en el Loro Park de Antequera, ciudad en la que hay un busto en su honor.

Otro héroe, éste de Policía, es Pretto, un labrador que dio su vida en 2005, el único perro caído en acto de servicio de Policía y Guardia Civil. Pretto fue el primero que se acercó a una cafetera bomba que probablemente algún grupo anarquista había dejado en el Instituto Italiano de Barcelona. Su muerte posiblemente salvó la vida de su guía, que solo resultó herido leve porque iba muchos por detrás de Pretto.

Agentes caninos especialistas en detectar dinero

Trabajan sobre todo en las operaciones que tienen que ver con el tráfico de drogas y las operaciones contra la corrupción. El dinero oculto en cualquier lugar de una casa o de un terreno es una prueba fundamental en este tipo de casos. Aquí vamos a mencionar a cuatro agentes caninos: Mia, una perra de diez años encontró un millón y medio de euros que un narcotraficante gallego había enterrado bajo un árbol, una parra, en la casa de sus padre en Ribadumia (en la provincia de Pontevedra).

Noa tenía dos años y poco tiempo de servicio en la Guardia Civil cuando marcó dentro de un camión que circulaba por la provincia de Granada una tonelada de hachís y, más difícil, fardos de billetes por un total de 863.000 euros. El mes pasado, Pompa, un pastor belga de la Guardia Civil encontró 280.000 euros bajo el asiento trasero del coche de un vecino de Marbella que conducía por la provincia de Albacete. Y Turko, un noblote labrador color chocolate de la Guardia Civil, que en 2021 localizó 640.000 euros escondidos en un Mazda que circulaba por la provincia de Toledo.

Pero, ¿cómo de escondidos? ¿En el hueco de la rueda de repuesto, o en algún lugar más oculto? Estaba oculto bajo la rejilla del aire acondicionado y se abría con un dispositivo conectado a una lata de Red Bull. Por cierto, estos perros trabajan mucho, muy intensamente, y también se jubilan, como nosotros (no me refiero a Manu y a mí… todavía). Turko se jubiló el año pasado y está con una familia adoptiva.

Nuestros amigos de 'Héroes de 4 Patas', que mañana presentan su calendario, se dedican a buscar familias para estos perros que hacen un servicio tan importante.

Su papel en el ejército

Son famosos (o al menos han salido mucho en reportajes y documentales) los perros que tiene el ejército de Israel, donde tienen agentes caninos que han sido fundamentales para encontrar a los terroristas de Hamás en los túneles donde se cobijaban. También trabajan con perros en el ejército de Estados Unidos, y quizás recordáis que su uso en ciertos países musulmanes creó cierta polémica porque allí estos animales no caen muy bien por razones religiosas.

En el ejército son fundamentales, aunque los perros militares no tienen tantas especialidades: solo buscan explosivos, personas vivas (se emplean para encontrar rehenes, prisioneros o heridos) y muerden, es decir, son perros de ataque o de intervención, como los que tienen las unidades tácticas de Policía o Guardia Civil: el GEO, el GAR o la UEI.

Otro de los perros a los que queremos rendir homenajes es uno de ellos: Elko, perro de intervención del GEO, que perdió un testículo cuando se lanzó a por un tipo que estaba atrincherado en Valladolid con varias armas y que disparó antes de ser reducido por el perro.

Los perros militares son la élite de los K9. Su cometido principal es que sean capaces de infiltrarse y exfiltrarse en cualquier medio: tierra, mar y aire. Así que por ejemplo, un perro de este tipo puede lanzarse en paracaídas con su guía, correr ocho o diez kilómetros y asaltar un barco desde la lancha a la que se suba.

Estos perros trabajan solo en unidades especiales: el MOE y la fuerza de guerra naval especial, los seals españoles. En los últimos tiempos, los guías del ejército están trabajando en el perro multipropósito: un animal que sea capaz de hacer todo lo anterior, que muerda y neutralice enemigos, y que, además, detecte explosivos.