Carlos Alsina emociona a Antonio Banderas con su presentación en Más de uno: "Me has matado"
Carlos Alsinaconsigue emocionar al actor Antonio Banderasrecreando sus recuerdos en Málaga. El actor asegura "has retratado una parte importante de mí" y comenta "me has matado con esa presentación tan bonita que has hecho, me la vas a dar y la voy a poner en un marco".
La introducción que ha hecho Carlos Alsina ha emocionado al actor, que tras escuchar las palabras del locutor, le ha pedido que le entregue el texto porque le ha parecido "muy bonita". Aquí puedes leer el texto completo:
Si esto fuera una película, empezaría —digo yo— presentándonos la ciudad.
La ciudad por la que el mar suspira,
o brama,
la ciudad madre, blanquísima que, más alta que el mar, preside sus espumas.
Se verían sus calles, ingrávidas,
calles apenas leves, musicales,
jardines donde flores tropicales elevan sus palmas gruesas.
La ciudad graciosa y honda donde los jóvenes resbalan sobre la piedra amable.
Ciudad de luna grande y de sol puro.
Si esto fuera una película, conoceríamos después al niño.
Sabríamos que al niño le gusta fabular. Y poner caras. Y soñar. Y poner cara como
de estar soñando. El niño tiene nombre, pero no es su nombre lo que más escucha
cuando está en casa. Lo que más escucha es una frase: ‘este niño es muy
novelero’.
A un niño novelero se le distingue porque es inquieto, porque a veces se queda
como ausente, porque tiene cara ¿cómo te diría yo?, romántica —¿no le estás
viendo?— y porque en su cabeza puede oírse el constante aleteo de los pájaros. —
Que sí, hombre, que sí, escucha—, Cuando no es un cuento, es un balón. Cuando
no son policías y ladrones son indios y vaqueros.
El niño novelero no para ni siquiera cuando está parado. Míralo, ¿a que parece que
no hace nada? No te fíes. Este niño novelero está pensando. Está pensando en
cómo será ser Errol Flynn, saltando de barco en barco. Está pensando en que ya es
verano, y en verano sacan el cine de la sala y la pantalla son paredes encaladas.
Está pensando que es un faena que se haya lesionado porque la escayola causa
sensación, pero sin calle y sin balón se siente como un barco encallado. Con Errol
Flynn, aburrido como una mona, en la proa.
Este niño es muy novelero, repiten sus padres. Y él, vaya una frase por la otra,
les suelta ésta que es un aviso de lo que está por venir: “Sufro muy bien”, les dice.
Persuasivo el chaval, porque le apuntan a la Escuela de Arte Dramático y ahí le
tienes recorriendo la provincia. Pueblo a pueblo sin cobrar un duro, así le dé una
insolación, así se caiga de hambre, así le aplaudan. Hazte a la idea, madre, de que
tu niño novelero no va a ser profesor. Tu niño va a ser artista.
Así que lo siguiente es... un tren. El tren que lleva a Madrid a un niño que ya ha
crecido.
El año puede ser 1980 (o el que decida el guionista, que para eso es una película).
Al chico lo despiden en la estación su familia y amigos como si se fuera a la guerra.
19 años y 15.000 pesetas. Y a la guerra, en efecto, se va. A la guerra por abrirse
camino. Por crecer. Por descubrirse a sí mismo mientras aprende a fingir que es
otros. Quizá sueña con la gloria, si es que para entonces sabe qué es la gloria.
Quizá teme que el camino le duela, si es que sabe —ya entonces— que el dolor es
anterior a la gloria. Y siempre llega.
Si esto fuera una película, el niño se llamara Antonio y la ciudad donde comienza
es Málaga, entonces tú ya sabrías que con quien vamos a conversar un rato es con
Antonio Banderas.
Protagonista de ‘Dolor y gloria’, que no es su historia sino la de Pedro Almodóvar,
o alguien muy parecido a Almodóvar. Y que, siendo la historia de Almodóvar es un
poco también la historia de Banderas.
Aquí puedes ver la entrevista completa:
Aquí puedes ESCUCHAR la entrevista completa a Antonio Banderas: