Carlos Alsina ha comenzado su discurso agradeciendo a la Asociación de la Prensa de Madrid su labor: "gracias a la Asociación de la Prensa de Madrid por llevar 125 años acogiéndonos (y reivindicándonos) en esta sede que no recordaba yo tan amplia y gracias al Jurado de los premios por demostrar tan buen criterio al reconocer el trabajo de mis colegas".
"Hablo en nombre de todos los premiados y no es misión sencilla porque no tenemos muchas cosas en común los premiados. Somos personas diversas, con ideas propias, que vemos las cosas cada uno a nuestra manera y hacemos tareas muy distintas, por más que a todas ellas le llamemos periodismo".
Alsina ha explicado en su discurso que le han permitido hablar en nombre de todos los premiados contraviniendo una de las normas más antiguas de nuestro oficio, que es esa que reflejó Billy Wilder en la película 'Primera Plana', cuando el becario le pregunta a Jack Lemmon qué debe hacer para labrarse una buena carrera periodística, y Lemmon le dice: dos cosas: la primera, no terminar las frases con una preposición. La segunda, no fiarte jamás de un colega. "Todos los presentes sabemos que la principal es la segunda. Y eso que hace que aún valore más vuestra confianza", ha asegurado Alsina. .
"No todo se puede cubrir y averiguar desde el salón de casa con la fibra"
En su discurso, Alsina se pregunta qué tienen en común todos los premiados y enumera algunas de ellas:
• "Nos gusta mucho trabajar. Y nos gusta poco teletrabajar. Amigos directivos, no penséis que esto de ahora va a quedar así para siempre. No todo se puede cubrir y averiguar desde el salón de casa con la fibra".
• "Tenemos en común que nos gusta la verdad y nos irrita la mentira".
• "Que en nuestro intento de entender el mundo nos ayuda escuchar antes de informar y antes de formarnos una opinión. Que en buena ley siempre es lo último. Nuestra opinión. Y este último año hemos tenido que aprender a escuchar y a contar algo que nunca antes nos había pasado. Y eso nos ha servido para comprobar, aparte de que a la mayoría de nosotros nos falta formación científica, lo poco que sabíamos sobre las residencias de mayores. Y sobre algunas residencias que nunca merecieron llevar tal nombre".
• "Tenemos en común los premiados que sabemos, mal que bien, contar lo que pasa. En esencia somos eso: somos los que cuentan lo que va pasando".
"El afán de silenciar al periodista se ha extendido"
Alsina ha explicado en su discurso cómo el periodista lo que quiere es contar lo que sabe, lo que interpreta, lo que averigua y cómo esta labor se vuelve más complicada hoy en día por culpa del afán de silenciar por parte de algunos.
"Este fin de semana leí un libro sobre extraterrestres. Avi Loeb es un catedrático de Astrofísica de Harvard que hizo este experimento con sus alumnos de primer año que yo ahora voy a hacer con vosotros: Imaginad que una nave alienígena aterriza en la puerta. Los extraterrestres, que son buena gente, os invitan a embarcar para viajar hasta su planeta. Pero os advierten que es un viaje sólo de ida. No se vuelve. ¿Aceptaríais? Todos dijeron ¡sí! Hasta que una alumna preguntó: ¿en el viaje habría cobertura de móvil? ¿Y wifi? El profesor les dijo: A ver, hay que atravesar agujeros negros, hay campos magnéticos, meteoritos, son varios años luz de distancia al router. O sea, no. ¿Haríais el viaje? Todos dijeron 'no'. ¿Por qué? Porque tenían alma de periodista: ir a otro planeta para no poder contarlo, qué sentido tiene".
"El periodista lo que quiere es contar lo que hay. Lo que sabe, lo que interpreta, lo que averigua. Sabiendo que hay personas que nunca le perdonarán que lo cuente. Incluso que cada vez hay más personas que no soportarán que lo haga. El afán de silenciar antes era patrimonio de algunos ámbitos del poder.Ahora el afán de silenciar se ha extendido a grupos de linchadores emboscados en las redes sociales".
"Hay quienes viéndonos con mascarilla sueñan con taparnos a todos para siempre la boca"
Carlos Alsina ha hablado en su discurso sobre el estado del periodismo actual utilizando como ejemplo otra película, 'Los pájaros' y se queja de que ahora el poder se exhibe como urdidor de intentar silenciar a periodistas. "Creo que la película que mejor refleja el estado del periodismo actual no es de Billy Wilder sino de Hitchock. Dices: 'Psicosis'. Casi. La película que mejor refleja lo que hoy nos pasa es 'Los Pájaros'. Nosotros somos Tippi Hedren en la cabina de teléfonos mientras se lanza en picado contra el cristal un ejército de cuervos deseando sacarnos los ojos. Hay cuervos, hay gaviotas, hay grajos. Hay golondrinas. Ansiosas de desollarnos".
"Las campañas de escarmiento de periodistas urdidas desde el poder han existido siempre. Hay quienes viéndonos con mascarilla sueñan con taparnos a todos para siempre la boca. Las campañas de escarmiento solo tienen un objetivo en mi opinión: avivar la autocensura. Autocensura es: pudiendo hablar de estos tres temas, voy a ocuparme sólo de estos dos y el tercero lo ignoro para evitar que me monten una jauría o que animen a los suscriptores de mi diario a darse de baja. "Y a vueltas con la autocensura, os voy a contar una historia".
"El silencio de la prensa libre es la muerte de la democracia"
Para finalizar su discurso, Alsina ha relatado una historia que tiene que ver con la autocensura para dar un mensaje sobre ella a todos los periodistas: "La única forma de combatir a quienes te quieren silenciar es seguir informando·.
"Pocos días antes de las navidades del año 2000, y en una pausa de publicidad de su programa de radio, Luis del Olmo recibió una llamada del ministerio del Interior. El ministro quería informarle de que los dos terroristas que esa mañana habían asesinado a un guardia urbano en Barcelona tenían como objetivo último asesinarle a él. Con un coche bomba. Y habían conseguido huir. De modo que lo volverían a intentar".
"Cuando terminó la llamada, Luis se quedó callado ---y sin hacer nada--- durante un minuto y medio. Un minuto y medio de un tipo como Del Olmo, sin mover un papel ni decir una palabra... creedme, impresiona. Yo estaba sentado a su lado, en la mesa del estudio, no había nadie más, y no me atrevía a preguntar. Entonces él giró la cabeza, me miró y dijo: 'Lo voy a dejar'. 'Tengo que retirarme porque estoy poniendo en riesgo a mi familia'. Nunca llegué a saber si los directivos de la cadena de entonces llegaron a saber que durante dos semanas Del Olmo tuvo decidido renunciar. Sé que dos semanas después me atreví a preguntarle si seguía con la idea de dejarlo todo y me dijo que había sido Merche, su mujer, quien le había disuadido de hacerlo. Con esta frase: ‘'Si te retiras, consiguen silenciarte; y si consiguen silenciarte, Luis, objetivo cumplido, es como si te hubieran matado'. Por eso Luis siguió haciendo su trabajo, y yo aprendí ese día que la manera más aficaz de combatir a quien te quiere silenciar es seguir informando".
"El silencio de la prensa libre es la muerte de la democracia. Y hay una legión de enemigos de ambas, la prensa y la democracia, deseando acabar con la dos a la vez".