OPINIÓN

VÍDEO del monólogo de Carlos Alsina en Más de uno 15/01/2019

Hubo un tiempo en que los parlamentos se reunían en las iglesias. Eran los edificios donde más gente cabía aunque no tuvieran forma de hemiciclo.

ondacero.es

Madrid | 15.01.2019 08:20

Una iglesia y una capilla van a ser los escenarios políticos de esta jornada. En ninguna de las dos se da ya misa pero en ambas se escuchan sermones estupendos.

• Los plenos del Parlamento andaluz se celebran en la antigua iglesia del Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla.

• Los plenos de la Cámara de los Comunes se celebran en una sala que está copiada de la antigua capilla de San Esteban en Westminster.

Por eso ni el Parlamento andaluz, donde mañana ganará su votación Juan Manuel Moreno, ni el Parlamento británico, donde mañana perderá la suya Theresa May, tienen forma de hemiciclo. Ambos son rectangulares y tienen la presidencia donde estaría el altar. El de Andalucía tiene retablo.

Dos escenarios para dos acontecimientos nunca antes vistos.

En Andalucía, doce y media de esta mañana, comienza a ser investido presidente de la Junta Juan Manuel Moreno Bonilla. Primer presidente no socialista. Primer presidente conservador, del PP y del ala sorayista: el último superviviente del marianismo abatido.

El suyo será un gobierno de coalición con un partido que hasta ahora no ha gobernado en ningún sitio: se llama Ciudadanos y desempeñará desde la próxima semana la vicepresidencia de la Junta y cinco de las once consejerías. Juan Marín asume en primera persona la misión higiénica: abrir cajones, levantar alfombras. Han aireado tanto las sospechas que dicen tener, o la seguridad que dicen tener de que hay basura para aburrir, que van a decepcionar al respetable como ahora no encuentren nada.

El PSOE andaluz se estrena como partido de oposición y su primer gesto, de fair play, traspaso elegante de poderes y todo eso, es montarle a Moreno Bonilla una manifestación de protesta a la puerta del Parlamento antes incluso de que sea investido. Bueno, el PSOE dice que la manifestación no la montan ellos, que es de colectivos feministas. Ellas sólo la apoyan con todos los medios a su alcance, o sea, poniendo autobuses. El partido que aún gobierna Andalucía (le quedan horas) y que gobierna España montándole una bronca al candidato mientras hace su discurso de investidura. Por el terrible retroceso para los derechos y las libertades que supone que el PSOE pierda el poder que, de tanto usarlo, acabó creyendo que era suyo. Como las calles de Cataluña para Ernest Maragall: siempre serán nuestras, ¿quiénes son estos que se atreven a quitárnoslas?

Con todo el ruido que Susana Díaz quiera meter, el fin de ciclo ha llegado. Abriendo camino al año electoral más incierto que se recuerda.

• En mayo se verá cómo premia, o castiga, el electorado conservador esto que Pablo Casado llama el regreso a las esencias del PP.

• En mayo se verá si Ciudadanos acierta en su estrategia de ahora contigo, ahora con aquél.

• En mayo se verá si el factor Iglesias ya es historia y si Podemos ha envejecido más que ningún otro partido en estos dos años.

• En mayo veremos si Vox es flor de un día o flor para unos cuantos años.

• Y en mayo se verá cómo sale Pedro Sánchez del plebiscito a su primer año como presidente.

Hasta ahora ha podido decir que él no pactó nada con los partidos que le hicieron presidente. Que ni siquiera hubo una negociación. Ahora ya no. Negociación hay con los partidos independentistas. Frenética, decía ayer la crónica de El País. Bueno, tanto como frenética no es. Pero es una negociación: yo ofrezco, tú pides, yo cedo hasta aquí, tú me das a cambio lo que quiero. Y los negociadores, aunque se llamen Campuzano o Tardá, o como se llamen, no son ellos. Los negociadores son Sánchez en la Moncloa, Junqueras en la prisión de Lledoners y Puigdemont en su salón con pantalla plana de Waterloo.

Pueden pasar dos cosas:

• Que Sánchez fracase y se quede sin coartada para seguir estirando la legislatura.

• O que Sánchez triunfe y deba su continuidad a los partidos que intentan hurtar a los españoles su derecho a decidir sobre dónde empieza y dónde termina España.

¿Qué le interesa más al PSOE que pase? ¿Qué prefieren los Page, los Fernández Vara, los Ximo Puig?

Sánchez ha metido un incremento del 18 % a la inversión del Estado opresor en la República Soberana Cataluña que el independentismo ha acogido con desdén y sin agradecerle ni siquiera el gesto. Dicen que aún se queda corto el Estado porque el Estatut obliga a poner más dinero. Éste es el Estatut que ellos mismo desmerecen porque el malvado Tribunal Constitucional lo recortó, ¿se acuerdan? Para exigir inversiones sí les vale el Estatut.

Los Presupuestos de Sánchez son gloria bendita para los nacionalistas, aunque nunca lo vayan a admitir. Son gloria bendita para Tezanos, que en reconocimiento a su eficacia hundiendo el prestigio del CIS le han aumentado el presupuesto. Así podrá seguir fallando todos los pronósticos pero saliéndonos cada fiasco más caro. Y son gloria bendita estos presupuestos para el Falcon. Se calcula a sí mismo el presidente Sánchez un viaje al extranjero cada diez días. Mientras dure la presidencia, y por si acaso no dura, a no parar por casa.

Cuánto disfrutan viajando los gobernantes. Mira Torra, que ni siquiera gobierna él de verdad pero se está haciendo un callejeros viajeros que ríete tú del Lonely planet.

Saben aquel que diu que va el president Torra a los Estados Unidos. Y se encuen-tra allí con un señor de Idaho. Y el de Idaho le dice ¿cómo va todo por Cataluña? Y Torra le responde: pues muy mal. Por la represión española, el fascismo, los presos políticos… El de Idaho dice: a mí me los vas a contar que soy vasco. Y Torra se emociona porque ve que el apoyo internacional al procés por fin se abre camino. ¡Ha encontrado a un vasco que es independentista catalán en Idaho!

No es un chiste. Es el viaje que se ha montadoTorra a los Estados Unidos, gratis total, sólo para poder decir que un alcalde de allí está por la autodeterminación de Cataluña.

Y para que el alcalde, nieto de una emigrante vasca, pueda exhibir su dominio del euskera.

Teniendo de su parte al vasco de Idaho, la liberación de Cataluña es cuestión de horas.

A la señora May le han preparado un very british zasca en el Parlamento de Westminster esta tarde. Se vota el acuerdo que ella firmó con los gobiernos europeos y, salvo grandísima surprise, su gobierno palma.

Ella martillea con esta idea de que sería insólito que el Parlamento que representa a los votantes diera la espalda a la voluntad que los votantes manifestaron en el referéndum. En realidad lo que hoy van a decir los diputados no es eso: lo que van a decir es que no valen las condiciones que ella ha pactado para el divorcio. Que las rehaga y las presente de nuevo.

Lo que ocurre es que uno de los nuevos escenarios que pueden producirse en cuanto el gobierno pierda es que los diputados se organicen para tomar la iniciativa y arrebatarle al gobierno la dirección de este proceso. La conjura de la que hablaba el Times el domingo. Un grupo de diputados de partidos distintos, incluidos antiguos ministros conservadores, que buscan neutralizar al gobierno para repensar el Bréxit. El plan se le escuchó a un diputado cuando trataba de reclutar a otro en el guardarropa del Parlamento (más británico no puede ser esto). Y de salir adelante abriría una crisis institucional tan notable que nadie sabe en qué terminaría.

Las próximas horas se presentan crudas para la primera ministra e inciertas para la UE. De momento el divorcio se retrasa y en marzo no parece que vaya a pasar aún nada. Los días van pasando y nadie sabe, en realidad, cómo acabará este serial de intriga (y de intrigas) tan británico.