Hasta nuestros días ha llegado algo difusa la historia, sangrienta y cruel, de cómo el primer obispo de Madrid, Narciso Martínez Izquierdo fue asesinado por otro miembro del clero, el cura malagueño Cayetano Galeote. Quien disparó contra el obispo, dándole muerte, en las escalinatas de la Colegiata de San Isidro un Domingo de Ramos de 1886.