Los que llevamos un tiempo habitando el planeta desarrollamos una curiosa forma de revelarnos ante el galopar del tiempo: todo lo pasado nos parece que tiene más sabor. El tomate, los helados, el cine, las fiestas del pueblo...
Es la rabia de envejecer la que casi nos obliga a señalar que los jóvenes de ahora no son como los de antes. Pues los estudios de la OMS nos dan razón. ¡¡Son mejores!! Al menos si hablamos de alcohol y drogas. No están de moda. Solo un 8% lo consume semanalmente y es una tercera parte que en 2006.
Alguno dirá que son encuestas de hábitos, cierto, no siempre se dice la verdad en ellas, pero es la misma medición que hace 3 lustros. A los estudios de la OMS se suman los indicadores del Ministerio de Sanidad con sustancias como el tabaco.
En 1994 fumaba un 60% de los adolescentes entre los 14 y los 18 años. Hoy apenas supera el 30%. ¿Los porqués? Lo 'healthy', el peso de la lógica, el atractivo de lo natural, la estética, anhelar cuerpazos, hay un buen puñado más que con llevan a una lapidaria conclusión: en esto también son generación mejorada. Así que trabajemos más por ellos, por su desarrollo. Es el mejor legado que podemos hacerles.
