España es muchas cosas y sus medios a veces también, pero lo noticioso a veces riñe con lo general y deberíamos hacer un esfuerzo por superarlo. Estando yo en Barcelona para hacer una transmisión, me llamaron de casa asustados preguntándome si estaba bien porque estaba todo ardiendo. Hacía una tarde preciosa, había incidentes aislados con pasamontañistas exaltados a dos o tres manzanas, pero en la tele se emitían contenedores ardiendo, pero no la fotosíntesis silenciosa de los árboles.
Me gustaría incidir en la generalidad y el contexto: los 22 alumnos y sus monitores apeados en la Estación de Palencia por alterar el tren de León son noticia y hay que contarlo, porque además lo inédito siempre irrumpe con fuerza. Pero también deberíamos apostillar que son miles y miles los chavales que excursionean, se comportan y no son noticia.
130 alcantarillas robadas en Valdeluz (Guadalajara), esa especie de Seseña que se creó a la sombra del AVE y que no ha terminado de estar bien dotada. ¿Hay bandas organizadas que sustraen esas pesadas tapas dejando peligrosos agujeros? No, pero el hecho contextualizado se cuenta. Como los casos de okupación tan mediáticos a los que siempre habría que añadir datos.
La buena praxis nos ha de llevar a la globalidad, a darlo todo en su medida y cuando te topas con algo que sí que es más solitario también has de cuestionártelo. Casi el 100% de los centros psicotécnicos en la provincia de Cádiz cometen irregularidades e infracciones.
Bueno, que los marquen de cerca para que vuelvan a la legalidad estricta. Aunque a mí, esta unanimidad de la pillería, me parece que tiene un toque romanticón. Todos a una, aunque nos pillen.