Hola Juan Diego, muy buenos días. 5 años. Pero parece mucho más lejano en la memoria colectiva porque estamos programados para poner distancia con los traumas.
5 años de susto, locura y resignación. Parecía todo una serie orwelliana hasta que asumimos que ni podíamos ir al trabajo, ni llevar a los niños al cole, ni ver a nuestras familias y amigos. El país y el mundo se pararon y nos llenamos de unos miedos inéditos a los que tuvimos que hacer frente como sociedad. Nuestras casas, nuestros hábitos, nuestra vida en los mismos metros cuadrados cada día.
El silencio en los supermercados, el frotar de la bayeta por los productos que venían de un mundo contaminado y esas caras de terror cada vez que en la tele se sumaban números y números de contagios y fallecidos. Pero se acabó pasando, con muchas pérdidas y mucho dolor. Con mucho aprendizaje y mucha moraleja. Con la convicción que no debemos olvidar de que somos vulnerables y que los enemigos invisibles y silenciosos existen.
El aplauso a la ciencia, a la medicina. La reprobación para los necios y los “bulistas” sin corazón. Y el consejo incaducable que todos debemos untarle a nuestro caminar: vivamos con intensidad, con pasión… compartamos felicidad, risa, placer. No te canses nunca de ver el amanecer de un nuevo día. ¡Buen finde amigos!
