Y esto no es Australia. Aquí todavía no hemos levantado lo suficiente la voz para advertir de cuánta influencia tienen las redes entre nuestra juventud. Por si alguien no lo sabe todavía, a finales del 2025 se prohibirá por ley en la tierra de canguros que los menores de 16 usen redes sociales.
Soy más fan de la libertad que de la prohibición, pero sobre todo me declaro incondicional de las respuestas inmediatas para problemas concretos. Si hay algo latente en la sociedad que requiere una medida excepcional, se explica hasta la saciedad y luego, se acomete.
No sé cómo son los chicos y chicas de Sídney, de Melbourne o de Camberra, pero sé que aquí se creen casi a pies juntillas lo que aparece en pantalla. Y que los padres andan desbordados porque el exceso de control les quita el beso de buenas noches o el saludo del desayuno.
Suele decirse que en los coles se enseña y en los hogares se educa. Creo que hoy día se exige hacer de todo en todo lugar. Reitero, primero explicar y luego legislar. Sin filtros. En esto sí que nos jugamos el futuro todos.