Juan Diego, muy buenos días. Quien no tenga en su What's App algún chat donde no ponga fino filipino al Donald Trump… ¡que tire la primera gominola! Yo le llamo cara-Betadine y pelo-Chetos. Me mofo, me solivianto y hasta me cisco en casi el 100x100 de sus políticas. Lo hago como ciudadano anónimo en mis cauces anónimos de comunicación y siempre con sentido del humor aunque sea macarrónico.
Pues qué susto me he dado al ver que a un reputado investigador científico francés le han retenido en el aeropuerto de Houston, le han requisado el móvil y el portátil, le han abierto sus comunicaciones privadas y le han acusado de “terrorismo por conspiración”. Prohibición de pisar suelo americano, casi el FBI le denuncia y para París otra vez. ¿Nos podemos imaginar qué pasaría si en el JFK nos fiscalizaran igual a los centenares de españoles que vamos a Nueva York ha dejarnos 10 dólares por un café regulinchi y un curasán mediano?
¡No nos salvábamos ni uno! Ya no hablo de chirigotas, comparsas, programas de tv con monologuistas. Si nos auscultaran detenidamente… nos metían en la lista negra esa que confeccionan con mimo. Que cosita me da a estas alturas de existencia hablar de la libertad de expresión y de crítica. Qué letargo tiene el pueblo americano y esa oposición demócrata silente y acojonada. Y no… no pienso borrar ni una sola mofa sobre su presi, vivo al límite oye. Buen finde… ¡primaveral!