Y esta nuestra España constitucional tras 46 años de vida con sus luces y sus baches. Si uno relee el texto, se prenda, por las cosas que expresa, que encierra y que nos suena musical. Tenemos una buena ley marco y sería increíble que se pudieran cumplir con rutina cada uno de sus apartados.
El artículo 128 habla de la riqueza del país subordinada al interés general y lo he buscado al ver en detalle la décima edición del estudio mundial del banco suizo de inversión UBS.
Enumera con minuciosidad cómo los milmillonarios se han multiplicado en el planeta casi más que los influencers. Llegan a ser solo 2700 suertudos que acaparan más pasta que estados enteros. En España son 27.
Los hay que heredan, que emprenden y que invierten mucho y bien. Me querría dirigir a los que aspiran a estar entre estos últimos, a los que con trabajo, olfato y suerte pueden llegar a cumplir sueños millonarios: no olvidéis los estudios, la formación, lo que la sociedad os facilita. No olvidéis los recursos, las subvenciones, el público que os consumirá. No olvidéis reinvertir y retornar.
Si uno lleva en el ADN ese gen social, luego no debería haber paraíso fiscal que te seduzca, te sientes inmunizado. Digo yo.