Agustín Alcalá, corresponsal de Onda Cero en Nueva York, fue testigo de la catástrofe vivida el 11 de septiembre en la ciudad. Dos décadas después, regresa a la zona cero para narrar el homenaje que acontece con motivo del vigésimo aniversario de los atentados terroristas.
La Tierra ya ha dado veinte vueltas al Sol desde entonces, pero sin duda esta trágica fecha continuará marcada mucho tiempo más en el calendario de Nueva York. La ciudad que nunca dormía quedó paralizada tras el enorme estruendo que desató el caos.
La crónica de Agustín Alcalá
Eran las 08:46 horas -las 14:46, hora peninsular-. De pronto, un avión chocó contra una de las Torres Gemelas e inmediatamente, Agustín Alcalá se movilizó para cubrir la noticia.
"En este momento me encaminaba hacia aquí, aunque todavía me quedaban unas cuantas calles para llegar", relataba Alcalá antes de apuntar que "había una sensación de que algo terrible había ocurrido".
Aunque inicialmente la ciudadanía pensó que tal vez podría tratarse de una avioneta que sobrevolaba el bajo Manhattan, la prueba definitiva de que aquello no fue un accidente tuvo lugar a las 9:03 horas. Entonces un segundo avión impactó contra la otra torre.
"Una demostración definitiva de que Estados Unidos, que se creía completamente seguro, era también vulnerable", relataba el corresponsal.
El vigésimo aniversario
Veinte años después el día ha amanecido parecido al de aquel martes: "cielo azul -el mismo que aquel martes- y cierto fresco, como el que hace hoy", ha explicado Alcalá desde el lugar en el que se está homenajeando a todas las víctimas de aquel atentado terrorista.
Sin embargo, todo es distinto. Aquellas torres ya no existen, pues se derrumbaron tras el impacto de los aviones. Tampoco están las dos mil novecientas setenta y siete personas de noventa nacionalidades distintas que aquel día perdieron la vida a causa de los cuatro atentados perpetrados de manera casi simultánea: dos aviones chocaron contra sendas Torres Gemelas, otro impactó contra el Pentágono y un cuarto avión se estrelló en el suelo gracias a la rebelión de sus pasajeros que, no obstante, murieron en el accidente aéreo, a tan solo dieciocho minutos del Capitolio, el cuarto objetivo de los terroristas.
En este 11 de septiembre de 2021 se ha querido honrar la memoria de las víctimas en un acto al que ha acudido el presidente Biden, así como los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton. Como cada año desde el segundo aniversario, se ha procedido a la lectura de los nombres de todas las víctimas mortales del 11-S.
"Estamos escuchando a uno de los capellanes del Departamento de Policía de Nueva York invocando el recuerdo de los fallecidos y honrando a todos los niños que perdieron a sus padres", ha relatado el periodista instantes antes de que se produjera el momento cumbre del acto: una campana ha sonado en memoria de todos los fallecidos, exactamente a la misma hora en la que el primer avión chocó contra la primera torre.
"Hay muchas sensaciones distintas que llegan a la memoria", comentaba Alcalá instantes después de que resonara el metal sobre el silencio de los asistentes. "Hay recuerdos que no se olvidan, sobre todo, los rostros de mucha gente que, huyendo del fuego y la destrucción, parecían perdidas, perplejas y asustadas", apuntaba.
"Muchos voluntarios pasaron meses y meses buscando los restos de sus amigos, de sus hijos, de sus hermanos, de sus compañeros, de esos doscientos cuarenta y tres bomberos, de esos veintitrés policías de Nueva York. Bomberos que habían recibido la orden de subir a esas Torres Gemelas y que sabían que muy posiblemente no iban a salir con vida de ellas", relataba.
"Me impresiona ver cómo se ha reconstruido esta zona que quedó tan maltrecha por los escombros y que yo personalmente no visité durante años", ha confesado el corresponsal que, en cualquier caso, reconoce que esta zona ahora es un punto habitual de sus recorrido cotidianos porque sus hijas "viven puerta con puerta con la bolsa de Nueva York".
Evacuación de Afganistán
El vigésimo centenario de los atentados del 11-S se produce apenas unas semanas después de la caótica salida de las fuerzas occidentales de Afganistán, un acontecimiento que supondrá el mayor "reto" de la presidencia de Biden que deberá estudiar "cómo evitar que los talibanes fomenten el terrorismo contra Occidente y Estados Unidos", ha explicado Agustín Alcalá.
A pesar de que estos atentados cambiaron los procedimientos de seguridad de casi todo el mundo donde la sociedad se ha sometido a una cultura de la "vigilancia", Alcalá ha alertado: "La salida vergonzosa de Afganistán disminuye las posibilidades de evitar cualquier ataque que algunos expertos creen que puede ocurrir en no demasiado tiempo".
"La libertad tiene su precio y alegando que había que mantenerla, costara lo que costara, la administración de George Bush se inventó todo tipo de vigilancia, de espionaje y también esas conocidas 'técnicas de interrogatorio mejoradas' -lo que tú y yo llamaríamos tortura-", explicaba.
En cualquier caso, Agustín alcalá concluía ciertamente optimista: "It's a beautiful day y lo pienso pasar lo mejor posible aunque, sin duda, con el corazón muy apretado".