Minuto tecnológico: La tecnología no hace malos lectores, es la ignorancia
Las nuevas tecnologías y sobre todo el uso constante de las redes sociales se han convertido para bastante gente en los únicos culpables del bajo nivel de lectura que existe en España y en todo el mundo.
Para muchos, Twitter, Facebook o Instagram nos han acostumbrado a leer sólo textos cortos y no hacen gastar mucho de nuestro tiempo libre, evitando por tanto horas a una lectura relajada. Me parecen excusas.
Siempre ha habido buenos lectores, pero también gente que lee muy poco y mucha, mucha gente que no lee nada. Y les da lo mismo que sea en papel o pantalla. Es más ni siquiera comprenden lo que leen. Porque lo más importante es la comprensión de esa lectura. Y ese proceso va unido siempre al conocimiento.
Daniel T. Willingham es profesor de Psicología en la Universidad de Virginia y ha escrito un libro que está teniendo un gran impacto, sobre como lee la mente. Para Willingham, el problema no es la tecnología, ni son los teléfonos móviles, ni lo son las redes. El problema son los malos hábitos educativos que ignoran el proceso de cómo lee nuestra mente. Este profesor cita varias experiencias en Estados Unidos donde se puso a un número de individuos se le pidió comparar dos editoriales de periódico o dos tablas para evaluar ofertas de tarjetas de crédito. El resultado fue que el 95% se equivocó en las conclusiones.
El factor fundamental es que al leer se necesita conocimiento para rellenar lo que Willingham llama “huecos fácticos”. Hay frases escritas que omiten información para no hacerlas largas y tediosas y porque dan por supuesto que el lector conoce el contexto.El conocimiento es el que proporciona ese contexto.
Las prácticas educativas actuales demuestran que la lectura de comprensión está mal entendida. Se le trata como una habilidad general que puede aplicarse con el mismo grado de éxito en todos los textos. Todo indica pues que el problema está en la educación y no en la tecnología.
Porque estos fallos en la educación dejan a mucha gente indefensa ante las fake news. No son las pantallas, no son las redes, no son los móviles. Es la ignorancia la que hace malos lectores. Así que buen verano y buena lectura.