Con Francisco Sierra

Minuto tecnológico: Internet tiene que ser regulado. Sí o sí

La Comisión y el Parlamento Europeo han vuelto a pedir la comparecencia del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, para explicar la fuga de datos de millones de personas. Sus implicaciones en acontecimientos políticos y electorales han despertado todas las alertas.

ondacero.es

Madrid | 21.04.2018 06:00

Pero Zuckerberg no parece dispuesto a venir a Europa. No lo pasó bien ante el Senado de los Estados Unidos. Tuvo que admitir su responsabilidad, dijo que no había hecho lo suficiente para evitarlo y pidió perdón, aunque lo hizo tantas veces que sonó más a estrategia que a un arrepentimiento sincero. En todo caso dio un gran titular. Dijo que hay que regular Internet. Una frase que hasta hace poco, sonaba a sacrilegio.

Para muchos es algo ya no sólo necesario sino además imprescindible. Regulado, con sanciones disuasorias, de las que duelen mucho y hacen que no se repitan malas prácticas. Esta semana la Agencia Española de Protección de Datos anunciaba que también investiga la filtración en Facebook y su alcance en España. Veremos en qué queda. En los últimos ocho meses la Agencia ha impuesto sanciones a Facebook por valor de menos de dos millones de euros por tres procedimientos sancionadores. Multas ridículas e indoloras para una empresa que tuvo un beneficio neto de casi trece mil millones de euros el año pasado.

Y las tormentas no cesan. Facebook ha tenido esta semana que reconocer que recoge datos de usuarios de internet aunque nunca hayan pasado por su red. Usan los botones de compartir que casi todas las webs tienen instaladas en sus noticias y en ese momento se quedan con tu ip, con el navegador y con la dirección de la web que has visitado. Y mediante Whatsapp se quedan con los datos de las llamadas y correos e incluso con los contactos de tu móvil.

Estamos rodeados. Da igual que tengas perfil o no. Porque Facebook y Whatsapp no son las únicas. Por eso se necesitan leyes que sancionen y conviertan en caro estos saqueos de nuestra intimidad.