Confiesa que nunca sospechó el cambio tan bestial que iba a sufrir su vida. La primera semana renunció a Amazon lo que le afectó a la logística de su hogar al dejar de hacer compras on line. Cuando borró Facebook se fueron también Instagram y WhatsApp y ahí perdió la mayor parte de su conversación social.
Dice Kashmir que lo más duro fue la semana de Google, porque se dio cuenta que en su cerebro mandaban los calendarios, correos, buscadores y, sobre todo, los mapas de Google. Se le borró todo el mundo on line que está geo localizado, desde el mapa de su coche, a Uber o a buscar restaurantes o gasolineras cercanas.
Luego le tocó a Microsoft, la dueña de Windows y Office, muy usados en empresas y hogares. Pero también es otro de los gigantes del alojamiento web con su red de servidores en la nube junto con Amazon y Google. Los tres controlan las infraestructuras y por tanto millones de webs, blogs y plataformas por ejemplo de vídeos. La última semana fue la de Apple. Y se quedó sin contactos, fotos y todo el contacto con el mundo digital que llevaba en su mano con su Iphone.
Pero cuenta que también le pasaron otras cosas. Perdió miles de seguidores pero volvió a telefonear a la gente más cercana. Y empezó a hablar más en las reuniones de trabajo o con sus amigos porque no tenía un móvil que mirar constantemente.
A las seis semana el experimento terminó y Kashmir ha vuelto a usar esos productos porque dice que no quiere ser una vegana digital. Pero ha aprendido a eligir lo bueno y rechazar lo malo y ahora los usa menos. Ella reivindica un estilo de vida de "Internet lento" porque asegura que ha recuperado mucho tiempo que antes perdía. Recuerden el concepto, "Internet lento".