El término de moda en las empresas es el 'presentismo laboral', que consiste en acudir al puesto de trabajo y quedarse más tiempo del debido para dedicarse a otras cosas que no son propias de su jornada laboral.
Los trabajadores no quieren arriesgarse a perder su puesto de trabajo y por ello no faltan, pero su dedicación en esas horas no es del todo eficiente.
Los empleados señalan que es imposible mantener la concentración durante tantas horas y por ello aprovechan para despejarse de las labores que realizan La mayoría ocupan ese tiempo en tareas banales, como por ejemplo, buscar hoteles, hacer la compra, mirar webs de ropa, leer su correo personal...
Las pausas son necesarias, tanto para el beneficio de las empresas como para mejorar la productividad de los empleados, el problema surge cuando se abusa de ellas.
Según un estudio de ADECCO, el 'presentismo' tiene un gasto anual de 330 millones de euros en horas perdidas. Unos datos presentados en plena aplicación del decreto sobre el registro horario.