Hace tres años que no aumentaba en España la pobreza material severa y este año ha vuelto a hacerlo. La red europea de lucha contra la exclusión, ha aplicado el indicador europeo a nuestro país y su conclusión es que la riqueza del país no se traduce en mejorar las condiciones personales de los ciudadanos. Aumenta el número de trabajadores pobres y algo más de la mitad de la población vive al límite de sus posibilidades. Nos preguntamos si la clase media tiende a desaparecer y la población se concentra cada vez más entre los que van desahogados y los que no llegan.
ondacero.es | Beatriz Ramos Puente
Madrid |
Una brecha que se palpa cada vez más en la calle porque vivimos entre personas de nacionalidad española, adultas, con un nivel educativo medio-alto y con trabajo. Un perfil del pobre que está muy lejos del concepto que se tiene en la sociedad.
Teniendo esto claro, hay que señalar que somos el tercer país con mayor desigualdad de toda la Unión Europea y que, pese al aumento del PIB, no han mejorado las condiciones de vida de las personas pobres. De hecho las que tienen alto poder adquisitivo sólo han tardado dos años en superar la crisis mientras que las otras siguen en ella..
Carlos Susías, presidente de la red europea contra la pobreza dice también que "la peor parte se la llevan los que sufren privación material severa, dos millones y medio de personas, que no pueden comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días ni mantener su casa a una temperatura adecuada, entre otras carencias". Y entre los que están al límite, la mitad de la población, muchos de la clase media
Otro factor importante de riesgo de pobreza es el de tener hijos según EAPN en todos los hogares en los que viven menores las tasas son más altas, “algo que no se puede pasar por alto”, Angel Parreño, psicólogo.
Una pobreza que España se comprometió a reducir en 1 millón 400 mil personas en 2020 y que a día de hoy tendríamos que bajar en 2 millones 600 mil si queremos cumplir el objetivo.