Mientras que Marruecos utiliza a su población como arma de presión política y sin darle importancia alguna a las vidas humanas, observamos la escena contraria en algunos trabajadores españoles, como miembros de la Guardia Civil y Cruz Roja.
El Guardia Civil Juan Francisco es un ejemplo de ello. "El bebé estaba totalmente sumergido, solo un poco de la cabeza le salía fuera, yo creí que era una especie de mochila". Juanfran llevó a pulso al bebé a la orilla, sin saber si estaba vivo y sin fuerza: "Aleteé cómo podía y lo llevé a la orilla, no fui capaz de sacarle del agua, no podía más", confiesa.
Y de vuelta al agua, decenas de personas intentaban salvar su vida y llegar a la orilla: "Todo era dramático, algunos llevaban flotadores de juguete, otros trozos de corcho o botellas vacías para flotar". Con 25 horas de trabajo sin pausa no ha tenido tiempo ni de pensar ni de sentir. Cuando habló con sus hijos y le llamaron héroe, y el Guardia Civil se rompe en lágrimas.