El autodefinido Gobierno más social de la historia pisotea esa etiqueta. Los precios suben por encima del 3%, sobre todo por el incremento de la luz, mientras que los salarios se revalorizan la mitad en los convenios colectivos. Con su dinero puede comprar menos cosas y más caras.
La política de brazos cruzados del gobierno frente a la carrera alcista de la energía tendrá que explicársela el ejecutivo a los españoles que pagan los recibos y que ven como su dinero vale cada vez menos ahora que hay que afrontar la vuelta al cole o pagar la cesta de la compra.
A ver cómo justifica el Gobierno a todos los que sabemos que el dinero no se estira y a ver cómo justifican eso de no dejar a nadie atrás.