España está entre el doble y el cuádruple de la tasa de contagio por covid considerada extrema por la OMS. Así que, en estas circunstancias, no estamos para discutir sobre si son galgos o podencos. Estamos para actuar. Y actuar es, sobre todo, vacunar.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguraba ayer con toda contundencia que estaba garantizado el suministro de vacunas salvo por retrasos puntuales de logística o inconvenientes meteorológicos.
La realidad es que a día de hoy, al menos Castilla y León y Comunidad Valenciana han tenido que suspender las vacunaciones previstas en algunos colectivos para seguir la estrategia de Madrid. Dado que las dosis siguen sin ser suficientes... al menos asegurar el segundo pinchazo, el de la inmunización a los que ya se les ha inoculado la primera dosis.