España no se ha sacudido la pandemia. Estamos en una séptima ola virulenta en contagios y eso que sólo sabemos oficialmente las cifras de mayores de 60 años o de personas vulnerables.
Los 67.000 sanitarios cuyo empleo se va a estabilizar, son 67.000 personas que ya estaban trabajando en condiciones precarias. Estos contratos no arreglan el problema de la sanidad por más medallas que se quiera colgar el gobierno.
Lo resolvería emplear a más personal pero de momento ni se contempla. Habrá que dejarlo para futuras promesas electorales que como sabemos son de balde. Además, el Gobierno ahora no está para pensar en reestructurar el sector público. Bastante tiene con mantener su propio armazón que se tambalea día si y día también.