Ya no es una sugerencia. Ya no es una sospecha. Argelia acusa a Marruecos de librar una guerra sucia contra España utilizando para presionar las escuchas Pegasus y la inmigración.
El siguiente paso sería que el gobierno español desmintiera absolutamente que Rabat está chantajeando al ejecutivo con información sensible o comprometedora obtenida de los teléfonos del presidente o de los ministros. Porque una cosa es una chapuza con enormes consecuencias en política exterior y otra muy distinta que se hubieran avenido a perjudicar al país para que no salgan a la luz determinados contenidos. Quedamos a la espera.