El Gobierno alcanza un acuerdo con Bildu para reformar la ley mordaza. Los bilduetarras son los nuevos favoritos, el sostén del Gobierno ahora que los indepes andan a palos. Ofende que se pacte precisamente la ley de seguridad ciudadana con los herederos de ETA y que la buena nueva nos la dé Mertxe Aizpurua.
Se la presentamos. Condenada por enaltecer el terrorismo y directora de Gara, periódico desde el que se señalaban periodistas. Para más bochorno, esta ley se incluye dentro del famoso paquete de regeneración democrática. Ese de reeducación de los medios.
Y para que el pastel quede completo nos enteramos del pacto horas después de que Harriet Iragi, el asesino entre otros del concejal del PP Martín Carpena o del fiscal Luis Portero y Luis Mariñe-Larena, condenado por el asesinato de Fernando Buesa y Jorge Díez Elorza, hayan obtenido el tercer grado sin merecerlo.
Y decimos sin merecerlo porque la ley exige arrepentimiento y ellos no se arrepienten de nada. Oiga y todo ello sin complejos, sin rubor.