Recordarán a Félix Bolaños contando entre indignado y alarmado de forma muy urgente el lunes que el móvil del presidente del Gobierno había sido espiado. Se le olvidó contarnos, vaya por Dios, que la responsabilidad de velar por la protección de todos los móviles de Moncloa era suya.
Según un documento que obra en poder de Onda Cero, era responsabilidad de un departamento a sus órdenes velar por la integridad de los dispositivos. Una de dos. O prefirió no contarlo o ni siquiera sabía que estaba entre sus responsabilidades. Esta mañana en Más de uno la ministra portavoz ha admitido que fallos de seguridad haberlos, haylos.