En breve va a aterrizar en el aeropuerto de Barajas el avión que trae de regreso a la selección española de fútbol, recién coronada campeona de Europa.
Nada hay que nos aglutine más como país que un triunfo deportivo. Es difícil sustraerse a esas celebraciones en las que la mayoría se siente parte de un todo que es el hecho de ser español.
En esos momentos es cuando ondear la bandera se convierte en un gesto de orgullo patrio que en cualquier otra circunstancia podría considerarse sospechoso. Disfrutemos del día, que tanta alegría y tanto compadreo, en España dura poco.