PSOE y PP remangados para entrar en la batalla política sobre la financiación autonómica. Al final, lo que cuenta es el bolsillo. Los barones populares diseñan esta mañana un frente común para impedir que Sánchez privilegie a Cataluña frente a los demás.
En realidad, tampoco parece que a los dirigentes territoriales del PSOE les haga gracia tener que explicarle a sus votantes que Moncloa les relega. Pero decírselo mañana a Sánchez en el comité federal es otra cosa. Porque el presidente necesita a los independentistas desesperadamente.
Independentistas que hoy vuelven a presumir de que tienen a Sánchez en sus manos. Hoy adelantan que volverán a tumbarle los presupuestos. España abocada a seguir paralizada.