El expresidente socialista de Aragón, Javier Lambán, va a ser sancionado por su partido. Su falta ha sido haberse ausentado ayer del pleno del Senado para no votar en contra de la Ley de Amnistía. Quiso, según sus palabras, ser fiel consigo mismo sin evidenciar que se estaba saltando la disciplina de voto.
Un intento de quedar bien consigo mismo y con el partido, pero el PSOE no traga con los intentos de sobrevivir en mitad de la corriente.
Ferraz tiene claro que en esta cuestión de la amnistía o se está con ellos o se está contra ellos, no hay medias tintas.
No vaya a ser, dicen en el Partido Popular, que cuando la ley vuelva del Senado al Congreso algún diputado socialista tenga la tentación de manifestar escrúpulos políticos y vote en contra de la medida de gracia.
