Fin a la mascarilla obligatoria en el exterior desde el próximo jueves. Lo que la pasada semana era obligatorio imponer y se coló de okupa en el decreto de las pensiones, ahora es urgente que decaiga.
Este movimiento es el paradigma de lo que han sido las medidas sanitarias. Un mareo constante con decisiones que tan pronto eran esenciales como prescindibles fruto de la inexistencia de un mando único y la delegación de responsabilidades en las Comunidades a las que, como a los expertos, se les ha escuchado cuando ha convenido.