Fin al segundo año de pandemia. No nos hemos sacudido el virus de nuestras vidas pero su letalidad está contenida gracias a la vacunación. De su mano una crisis económica en la que los españoles hemos perdido poder adquisitivo, pagamos la luz mucho más cara que en Europa, se cierne una subida de impuestos que el gobierno prepara para el año que viene en el que, según el consenso internacional, generaremos menos riqueza que la prevista por el ejecutivo.
Pero no seamos negativos. El gobierno cree en la cogobernanza (otros lo llaman dejadez) en nuestro potencial de crecimiento (dudoso por falta de competitividad) en dejar atrás cuestiones como procés o asesinatos etarras (el da el primer paso indultando o ensalzando a Bildu como socio) en la sanidad y la educación pública (aunque cada vez que las cosas se complican en este campo se escude en las competencias transferidas). Feliz año nuevo en el que no dejaremos a nadie atrás.