El despropósito de la gestión sanitaria de la pandemia sigue marcando hitos. Un año y medio después, el ministerio de Sanidad, hace gala de su nula autoridad, no sólo entre los ciudadanos que deciden la vacuna contraria a la que recomienda el departamento de Carolina Darias. También entre las comunidades.
Después de abogar por la cogobernanza para que no fuera el Gobierno el único en desgastarse con la pandemia, ahora pretende hacer valer su criterio frente a autonomías que deciden sobre más de la mitad del país. Un día quieren la cogobernanza, otro la imposición.