Los verificadores internacionales son útiles para mediar entre dos partidos políticos con posiciones alejadas. Lo dijo anoche Sánchez con la misma convicción que días anteriores había pregonado lo vergonzoso que resulta internacionalizar el asunto catalán llevando nuestras cuitas al parlamento europeo.
Resumamos. Si es el Gobierno quien se va a Suiza no internacionaliza, pacifica. Si lo hacen otros partidos es ponernos en evidencia.
Más ejemplos de la parte ancha del botijo para unos y la estrecha para otros. Si los jueces cumplen con su trabajo y condenan a quien se salta la ley, son peligrosos agitadores que judicializan la política.
Si Sumar, una parte del Gobierno, se querella contra el presidente del CGPJ por prevaricación... no está judicializando la política. Según los de Yolanda Díaz, hacen lo que deben. Resumen. Que el Gobierno siempre tiene razón. O eso cree.